Los hermanos Roberto y William Isaías, expropietarios del Filanbanco, han ido recuperando poco a poco y en silencio los bienes y acciones de compañías que les fueron incautados por la desaparecida Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), en julio del 2008, para cubrir un supuesto hueco patrimonial de más de $ 600 millones generado por sus manejos financieros.