Cristina Carrera Ocampo es la compañera de fórmula del general de Policía en servicio pasivo Víctor Araus. Es abogada de profesión y cuenta que tuvo un fugaz paso por el sector público años atrás, pero que se quedó en el libre ejercicio porque así tenía más espacios para defender de forma gratuita a personas de escasos recursos económicos. Esa ha sido su vocación, asegura. Conoció a Araus por amistades en común. Coincidieron en reuniones sociales, empezaron a conversar y conocerse. “Y comulgamos muchísimo en ideas”, dice, porque ella es hija de un coronel del Ejército retirado. “Primero nació una amistad y luego, cuando las conversaciones iban avanzando un poco más, empezamos a ver que teníamos ideales en común”. Entonces surgió la idea del binomio que ahora se postula por el movimiento Pueblo, Igualdad y Democracia (PID), lista 4.
¿Cuánto tiempo tiene de amistad y desde hace cuánto empezaron las conversaciones políticas?
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Yo lo conozco al general Araus unos dos años. Y en el transcurso del tiempo fue naciendo el tema de las ideas políticas. Cuando tú vas conversando sobre la realidad del país, a veces estamos de acuerdo con algunas cosas, otras estamos en desacuerdo, y como ciudadanos rechazamos algunas acciones que los gobernantes estén tomando. Y ahí ya fue surgiendo muy naturalmente.
¿Fue pocos meses antes de la candidatura o ya tenían tiempo conversando de que podrían ser un binomio presidencial?
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Bueno, la intención de lanzar la candidatura presidencial del general Araus empezó a sonar un tiempo atrás, y a raíz de esa intención es que empezamos a tener conversaciones.
¿Qué es lo que la llevó a aceptar la candidatura?
La razón para haber aceptado esta candidatura es mi vocación de servicio. Soy abogada y siempre tuve la visión de que debo servir a la ciudadanía desde el lugar en el que esté. Y así lo hice. Como abogada he ejercido defensa gratuita porque uno se topa en el camino con gente que no tiene recursos. Como he vivido en muchas ciudades en el país, conozco muchas realidades. (...) Si el recurso es escaso a veces hasta para alimentarse, mucho menos hay para pagar el servicio de un abogado. Y yo siempre estuve al servicio de la ciudadanía en ese sentido, en Manabí especialmente, de donde es mi familia materna.
¿Hubo algo en particular que quizá la animó a decir: “Este es el momento de ser candidata”?
Ecuador está atravesando una crisis institucional, de gobernabilidad. Creo que esa fue la razón que me dio el valor y el coraje para tomar esta opción. Es el afán de hacer algo desde otro escenario. Si tengo esta vocación de servicio, pues, hagamos que sea a nivel nacional.
¿Es su primera experiencia en política?
Sí, es la primera vez.
¿Ya ha hablado con su compañero de cuáles serán sus funciones de llegar a Carondelet?
Claro, claro, por supuesto. Hemos tenido una conversación muy amplia. El general Araus tiene una visión clara de cómo tienen que hacerse las cosas. Él ha dicho que esto es un trabajo de dos, compartido. (...) Yo me voy a hacer cargo del tema social: salud, educación, trabajo, defensa de los derechos, seguridad social, e incluso podría ser también velar por la institucionalidad en el sistema judicial. Todas estas son funciones que voy a ejercer como vicepresidenta y las adicionales que él me encargue. (...) Hay mucho por hacer en este país... y yo reforzaré lo que, como mi presidente, el general Araus determine como políticas de Estado.
¿Qué piensa de la figura de vicepresidente de la República? Esto tomando en cuenta las últimas experiencias que hemos vivido: tuvimos a un Lenín Moreno con tres vicepresidentes, un Guillermo Lasso con un vicepresidente poco destacado y ahora un Daniel Noboa en pugna con su vicepresidenta.
La Constitución maneja un modelo hiperpresidencialista y hay cosas que, para mantener la institucionalidad y asegurarnos la gobernanza en el país, se deberían modificar. Yo pienso que este es un punto importante que debe ser mejorado. No hablo por mí, porque tengo la certeza de que mi binomio es un hombre de palabra y tenemos una relación muy cohesionada. Pero tenemos que pensar en el macro, en el futuro. Si la historia nos ha mostrado que esta forma no está funcionando, pues, seremos los encargados de realizar los cambios que sean necesarios para que, a futuro, esta figura de la Vicepresidencia dé gobernabilidad (...). Si no se vio bien el quehacer de ciertos vicepresidentes en los últimos dos o tres gobiernos, pues, en el actual se ha sentado un precedente fatídico para nuestro país que, a mi modo de ver, ataca las bases mismas de la democracia ecuatoriana (...).
¿Ustedes le darían ese giro al rol del vicepresidente?
Por supuesto, impulsaríamos todos los mecanismos legales y constitucionales que estén en nuestras manos para hacer esos cambios.
¿Cree que la participación de las mujeres sigue siendo mínima en política?
Esta es una pregunta que me la han hecho muchas veces. El día que hicimos la inscripción de la precandidatura en el Consejo Nacional Electoral alguien me preguntó sobre la paridad de género, y la respuesta que le di es que yo escucho desde hace 30 años ese concepto... y la persona de quien lo aprendí es mi papá. Siendo muy jovencita, él ya me hablaba de eso en la mesa familiar; en ese tiempo, en el Ejército ya se hablaba de eso... Y pues, nunca es suficiente y siempre habrá algo que conquistar. Las luchas por la igualdad de los derechos han sido muy bien ganadas. Hay mujeres que se han esforzado y se han sacrificado muchísimo a través de la historia democrática de nuestro país y que nos dan hoy la cosecha que estamos viviendo, que es poder ejercer esta representatividad. La ley también ahora establece parámetros de alternancia, de paridad, de igualdad y demás. En lo que hay que trabajar es en la idiosincrasia (...) y propender al crecimiento en el sentido de que, si ya nos hemos ocupado de que la ley nos otorgue estos espacios, pues, ejercerlos efectiva y legítimamente, y que lo que se ha ganado con tanto esfuerzo no se vea entorpecido por riñas personales entre gobernantes.
¿Cuáles cree que son los principales retos para el binomio que gane en las próximas elecciones?
Bueno, el principal reto es retomar la seguridad. Ese es el objetivo central de nuestro gobierno. El general Araus tiene la experiencia; no solamente es retórica, no solamente es un decir; realmente existe el conocimiento de cómo conducir al país hacia un camino seguro. Vamos a asegurarnos de que las fronteras del Ecuador estén muy bien protegidas. Estamos dispuestos a darles todas las herramientas necesarias a las FF. AA. y a la Policía para que la protección a la ciudadanía y al país se cumpla de manera efectiva. Luego viene la economía, el empleo, lo social. No es un cliché. Sin seguridad no hay nada. Si usted no se siente seguro, no sale a la calle a trabajar. Y si es que le toca salir, teme por su vida, no rinde. No hay comercio, no hay inversión. El Ecuador no está siendo un país atractivo, precisamente porque no somos un país seguro. Tenemos que limpiar nuestro país, que pueda circular por las calles, porque no vivimos en libertad: estamos presos en nuestro propio país, en nuestras propias casas, y eso no es posible.
Perfil
Nombre: Cristina Carrera Ocampo
Edad: 43 años
Estado civil: Divorciada
Hijos: 1
Trayectoria: Abogada graduada en la Universidad Internacional SEK y magíster en Comunicación Política de la Universidad de los Hemisferios. Fue funcionaria de la Prefectura de Pichincha un corto tiempo y actualmente es asesora jurídica de una ONG. (I)