Los candidatos y movimientos políticos se han empezado a cuidar y ya no tratan de emitir estadísticas o datos duros sobre pobreza, empleo, trabajo, porque saben que existen organizaciones que luchan contra la desinformación y que verifican lo que publican o dicen. A esto se suma el gran acceso que actualmente existe al internet y donde cualquier persona también puede comprobar este tipo de argumentos.