Luis Álvarez Villamar, exgerente de Operaciones de Decevale, confesó haber recibido $ 3,1 millones de sobornos desde cuentas controladas por Jorge Chérrez Miño (del Grupo IBCorp), así como un departamento en Miami. La confesión es parte de un acuerdo al que llegó con los fiscales estadounidenses en el caso que está relacionado con las inversiones del Instituto de Seguridad de la Policía Nacional (Isspol).