En los pasados comicios del 9 de febrero de 2025 más de 13 millones de ciudadanos estaban habilitados para votar. Sin embargo, solo se presentaron 11’264 476, lo que marca un ausentismo del 16,5 %. Este nivel de ausencia no es nuevo ya que en cada proceso eleccionario se presenta uno similar, pese a que el voto es obligatorio en Ecuador.

Según los datos recogidos en una investigación del Instituto de la Democracia y recopilados por EL UNIVERSO, desde 1978 hasta la elección de primera vuelta de 2025 el promedio de ausentismo electoral es del 23,9 %. El punto más alto fue en 1998 y el más bajo en 1988.

El año 1978 se marca como el del retorno a la democracia y desde entonces, los ecuatorianos han elegido presidenciables en 14 procesos electorales. La definición del primer mandatario, generalmente, ha requerido de una segunda vuelta electoral, excepto en 2009 y 2013 cuando Rafael Correa logró ganar en primera vuelta.

Esto quiere decir que desde 1978 han sido 26 ocasiones en las que los ecuatorianos tuvieron que presentarse obligatoriamente a sufragar. Durante este periodo, el promedio de ausentismo electoral en primera vuelta es de alrededor del 25,6 % y en balotaje del 22,13 %.

A través de los datos del Instituto de la Democracia acerca de la participación de los ecuatorianos se han recogido algunas singularidades:

  • Generalmente, hay más participación ciudadana en el balotaje que en la primera vuelta, excepto en 2023 en el que el porcentaje de ausentismo en segunda vuelta superó en 0,62 puntos porcentules al de la primera.
  • En promedio, el porcentaje de diferencia entre el ausentismo de la primera y segunda vuelta es de 5,09 %.
  • El año que registró menos ausentismo de electores fue en la segunda vuelta de 1988, un 12,2 % equivalente a 845 211 ciudadanos que no asistieron a las urnas.
  • En 1988, la diferencia del ausentismo entre el balotaje y primera vuelta alcanzó el porcentaje más alto, un 16,4 %.
  • En la primera vuelta de 1998 es el porcentaje de ausentismo más alto, un 35,8% o sea 2′540 674 electores que no ejercieron su derecho al voto en estas elecciones en las que Rodrigo Borja se impuso en segunda vuelta.
  • El mayor crecimiento en el padrón electoral en periodos contiguos fue de más de 1,6 millones de ciudadanos y se dio entre 1978 y 1982. Mientras que el de menor crecimiento fue entre 2013 y 2017 con 282 317 electores nuevos.

¿Cómo ha sido el ausentismo electoral desde 1978?

Desde 1978 hasta la actualidad el ausentismo electoral ha fluctuado en cada elección.

Entre 1978 y 1987, para ejercer el derecho al sufragio era necesario formar parte del padrón electoral de la parroquia en la que la persona estaba domiliciada, también, el ciudadano debía presentarse con su cédula de identidad en su mesa electoral, ser ecuatoriano con más de 18 años de edad y tener goce de los derechos de ciudadanía. Esto lo establecía la Ley de Elecciones de 1978 en los artículos 1, 4 y 5.

Dentro de esas condiciones, en las elecciones de 1987 hubo 2′088.874 ecuatorianos que podían sufragar, pero únicamente asistieron a votar en primera vuelta 1′521.412, marcando así un ausentismo del 27,2 %.

En ese mismo proceso electoral, para la seguda vuelta, entre Jaime Roldós Aguilera y Rodrigo Borja, asistieron a sufragar un total de 1′681.256 ciudadanos, lo que significa que un 19,5 % de votantes que no participaron en el balotaje.

Cuatro años después, en 1984 estuvieron habilitados para votal 3’734.076 ecuatorianos, pero en primera vuelta, únicamente, participaron 2′646.584, es decir un 29,1 % de ciudadanos no asistieron a las urnas.

Para la segunda vuelta, el ausentismo fue de 20,6 %, pues participaron 2′964.298 y eligieron a León Febrés-Cordero por encima de Rodrigo Borja.

En 1987, el derecho al sufragio contaba con las condiciones de 1978, pero el nombre de la ley sí fue modificado, pasó a llamarse Ley de Elecciones año 1987 y la normativa constaba en los artículos 4 y 5. Esta reglamentación se mantuvo hasta 1998.

En ese sentido, las elecciones que se dieron un año después, en 1988 se rigieron por esta norma. En la primera vuelta hubo 4’649.684 habilitados para participar. Únicamente, votaron 3′597.256, lo que significa que el ausentismo alcanzó el 28,6 %.

El balotaje resultó en la victoria de Rodrigo Borja. Un total de 3′804.473 votantes se presentaron en las urnas, mientras que el 12,2 % de electores no ejerció su derecho al voto.

Las siguientes elecciones presidenciales se dieron en 1992. 5′710.363 ciudadanos formaron parte del padrón electoral ese año, pero solo votaron 4′060.357. El ausentismo alcanzó los 28,9 puntos porcentuales.

En el balotaje, en el que resultó victorioso Sixto Durán-Ballén, la cifra de votantes no fue muy distinta a la de la primera vuelta, accedieron al voto un total de 4′108.071, lo que se traduce en un 28,1 % de electores que no participaron.

Hace 29 años, en 1996 el padrón electoral comprendía 6′662.003 votantes. En la primera vuelta participaron 4′525.881 y hubo un total de 32,1 % de electores ausentes.

La segunda vuelta contó con 4′777.537 sufragantes, cuyos votos se dividieron de manera que Abdalá Bucaram resultó ganador. En esta ocasión, el ausentismo fue del 28,3 %.

Dos años más tarde, en 1998, el padrón electoral englobaba a 7′072.496 ciudadanos, pero solo participaron 4′537.822. Esto significa que el 35,8 % de electores no participaron.

El balotaje resultó en el nombramiento de Jamil Mahuad como presidente del Ecuador. En esta ocasión, participaron 4′958.283 votantes y hubo un ausentismo de 29,9 puntos porcentuales.

Este año también se redacta otra Constitución que define en el artículo 27 qué cuidadanos están habilitados para sufragar. Anexa a esta carta magna, los electores también se definen a partir del artículo 2 de la Ley de Elecciones año 2000.

En estas normativas se estableció que para poder sufragar se debía presentar el pasaporte o cédula de identidad o ciudadanía, constar en el registro electoral y ser ecuatorianas y ecuatorianos mayores de 18 años. El cambio sustancial fue que se habilitó la votación para ecuatorianos residentes en el exterior.

Ya en este siglo, en el año 2002 se dio otro proceso elecionario, del cual resultaría ganador Lucio Gutiérrez. En primera vuelta participaron 5′298.581 de un total de 8′154.425. Lo que significó un 35 % de ciudadanos que no votaron.

En el balotaje, la cifra de electores que asistieron a las urnas ascendió a 5′807.109. Por lo tanto, el ausentismo descendió a 28,8 puntos porcentuales.

Cuatro años más tarde, en 2006 se inició el primer periodo presidencial de Rafael Correa. Este año, el universo de electores ascendió a 9′165.125. de los cuales solo participaron 6’549.677 en la primera vuelta. Eso quiere decir que el ausentismo fue de 28,5 %.

En la segunda vuelta, cuyo perdedor fue Álvaro Noboa, padre del actual presidente del Ecuador, Daniel Noboa. participaron 6′959.232 ciudadanos. El 24,1 % de electores habilitados no asistieron a votar.

Una nueva carta magna, que se encuentra vigente hasta la actualidad, fue elaborada en 2008, por lo que los requisitos para el sufragio sufrieron otro cambio. Los artículos que norman las elecciones son el 10, 11 y 50 de la Ley Orgánica Electoral y de Organizaciones Políticas, Código de la Democracia.

En esta normativa se señala que para sufragar se debe presentar pasaporte o cédula de identidad o ciudadanía, constar en el registro electoral y ser ecuatorianas y ecuatorianos mayores de 18 años, incluyendo a las personas privadas de libertad sin sentencia condenatoria ejecutoriada.

A eso, la ley agrega el ‘voto facultativo’ para las personas de 16 a 18 y de más de 65 años de edad, los ecuatorianos residentes en el extranjero, los integrantes de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional en servicio activo, las personas en condición de discapacidad y los ciudadanos analfabetos. A esto se le sumaron los ciudadanos extranjeros que hayan vivido, legalmente, al menos 5 años, en el país y que se hayan inscrito en el Registro Electoral.

En 2009 y 2013 las elecciones presidenciales se resolvieron en una sola vuelta, resultando ganador Rafael Correa. En 2009 el porcentaje de ausentismo fue de 24,7 puntos, participaron 7′928.748 de un total de 10′529.765. En 2013 de 11′666.478 empadronados votaron, únicamente, 9′465.860. El 18,9 % de electores habilitados no participó

En 2017 había 12′816.698 electores registrados. La primera vuelta tuvo un total de 10′465.307 votantes, el restante de electores representa un 18,3 %.

La segunda vuelta, en la que obtuvo la victoria Lenín Moreno, tuvo una participación de 10′635.574 electores. En ese sentido, el ausentismo fue de 17 %.

Luego de cuatro años, en 2021 había 13′099.015 ciudadanos que podían sufragar. En primera vuelta, se presentaron a votar 10′616.263 personas, el restante de esta cifra fue de 18,95 puntos porcentuales.

Guillermo Lasso fue elegido presidente después de la segunda vuelta en la que votaron 10′829.823 ciudadanos. El ausentismo fue de 17,32 %.

Tras la declaración de muerte cruzada, en 2023 se produjo un proceso de elecciones anticipadas que dieron como ganador al actual mandatario Daniel Noboa. Este año había 13′450.047 ciudadanos habilitados para sufragar.

En la primer vuelta votaron 10′819.475 personas. Eso significó que 17,03 % de ciudadanos no se acercaron a las urnas. En segunda vuelta, en cambio, hubo 11′076.052 votantes, lo que resulta en un 17,65% de ausentismo.

En los últimos comicios del 9 de enero de 2025 la cifra de personas que no ejercieron su voto fue de 2′467.718, equivalentes al 16,5 % de un total de 13’736.314 ciudadanos habilitados para sufragar.

Actualmente, la multa por no sufragar es el 10 % del salario básico unificado, que en 2025 es de $ 470. En ese sentido, los ciudadanos que no acuden a las urnas deben cancelar 47 dólares. (I)