De a poco, la Asamblea Nacional empieza a recuperar espacios para nombrar autoridades en instituciones clave en el país. En el último mes, en dos proyectos de leyes diferentes, se aprobaron disposiciones para que el Legislativo -con mayoría absoluta- elija al delegado del Ejecutivo en el Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de una terna que deberá remitir el presidente de la República, y lo mismo sucedería con el director de la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE).

Durante décadas se ha mantenido la atribución del presidente de la República de nombrar directamente al director del Consejo Directivo de la seguridad social, entidad encargada de administrar anualmente una cantidad significativa de recursos financieros.

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Asamblea Nacional optó por mantener la integración del directorio del IESS, pero cambió la forma de designación de sus miembros

Pero, el pasado 13 de junio de 2024, con 76 votos, el Parlamento cambió la forma de designación de los tres directivos del IESS al tramitar un veto parcial del Ejecutivo al proyecto de reformas a la Ley de la Seguridad Social. Aunque no dio paso a lo que inicialmente buscaba el proyecto de iniciativa ciudadana, que era incrementar a cinco los miembros del directorio de esa entidad.

Con la reforma al artículo 28 de la Ley de la Seguridad Social se determinó que el Consejo Directivo del IESS estará integrado por tres miembros principales: un vocal que represente a los afiliados y jubilados que será elegido mediante elección directa; un vocal en representación de los empleadores, cuya elección se realizará a través de un registro electoral segmentado; y un vocal en representación de la Función Ejecutiva.

Al modificar la norma, se estableció que en adelante el vocal representante de la Función Ejecutiva ante el directorio del IESS será elegido de una terna propuesta por el presidente de la República y nombrado por resolución de la Asamblea Nacional dentro de los quince días posteriores desde su recepción; en caso de no existir pronunciamiento por parte de la Función Legislativa, será nombrado de manera directa el primero de la terna. Quien resulte designado presidirá el Consejo Directivo.

La norma entrará en vigencia una vez que se publique en el Registro Oficial.

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En cuanto a la designación de la máxima autoridad de la UAFE, al aprobar la ley de prevención, detección y combate del delito de lavado de activos y financiación de otros delitos, el Legislativo determinó que el director de ese organismo sea designado por la Asamblea Nacional.

Asamblea Nacional quiere nombrar de una terna al director de la UAFE

El artículo 20 de este proyecto de ley establece que el director general de la UAFE será elegido por la Asamblea Nacional de una terna enviada por el presidente de la República para un periodo de dos años, pudiendo ser designado por un periodo adicional en cualquier momento. Se establecen requisitos que acrediten experiencia en materia de prevención y control del delito de lavado de activos y la financiación de otros delitos de al menos cuatro años.

El director de la UAFE tiene algunas atribuciones, como dirigir las operaciones de la Unidad de Análisis Financiero y Económico, así como proveer a la Fiscalía General del Estado información pertinente sobre posibles casos de extinción de dominio, dentro del marco de la lucha integral contra el delito de lavado de activos, la financiación del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva.

Este proyecto de ley aprobado el jueves 20 de junio pasará a conocimiento del Ejecutivo, quien podrá sancionar o vetar lo aprobado por la Asamblea con 121 votos.

El exministro de Gobierno y exlegislador Henry Cucalón considera que es positivo que la Asamblea realice las designaciones de funcionarios de alta jerarquía que sean nominados por un presidente elegido por el pueblo y que finalmente sean designados por los asambleístas, que también son elegidos por el pueblo.

Ese es el concepto básico de la democracia representativa que impera en casi todas partes del mundo donde se ejerce una democracia liberal, advierte.

La desconfianza vino cuando el Ejecutivo incluía en las ternas a ciudadanos que no eran de probidad notoria, y la Asamblea designaba a malos elementos, “pero eso no significa que el concepto de democracia representativa haya fallado, sino que eso fue una mala excepción que lo convirtieron algunos como pretexto de regla, y es el origen y nacimiento del llamado Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), que hoy designa a la mayoría de las autoridades de control.

Esta forma de designación tanto del presidente del Consejo Directivo del IESS como del director general de la UAFE, aprobada por la Asamblea, garantiza equilibrio de poderes y garantiza que el pueblo en sus formas de representación a través del voto en el Ejecutivo y el voto en el Legislativo participa de ese acto. Con ello, hay mayor amplitud, hay una mayor convergencia de voluntades y de consensos para que X persona los termine representando, subraya el exministro de Gobierno.

Puede ser que en algún momento haya una mala terna, un mal escogitamiento, y la persona termina siendo un incapaz, un corrupto. Pero esa es la excepción; no significa que el modelo como tal falle, añade.

Cucalón hace votos para que algún día el Ecuador regrese al sistema de designación de las autoridades de control a través de la Asamblea Nacional, porque no puede ser que quien controla a cuatro de siete consejeros controle la institucionalidad del país, lo cual es contra democrático; mejor es tener 70 voluntades de diversos orígenes, formalmente políticos, que tomen esa decisión.

El jurista Pedro Cornejo, exasesor parlamentario, sostiene que, en efecto, estos cambios son una “novedad”. Esto porque la Asamblea había perdido la facultad de nombrar autoridades con la vigencia de la Constitución de Montecristi y solamente posesionaba a las electas por el CPCCS.

En el caso del IESS y de la UAFE, se trata de autoridades que han sido nombrados tradicionalmente por el Presidente de la República y pasaban a ser funcionarios del Ejecutivo.

Cornejo señala que, en cuanto al tema de la UAFE, todavía hay que esperar el veto del Ejecutivo porque seguramente no estará de acuerdo con la idea de no designar a un funcionario de esa importancia.

Cornejo piensa que “podría parecer bueno en el sentido de que el Ejecutivo no designe directamente al funcionario y la Asamblea haga de filtro previo para elegirlo, pero lo que veo complejo es que todo se vuelve más político... A la final usted manda la terna y está sujeto a los votos de la Asamblea, que dependerán de la coyuntura política Puede pasar que le devuelvan la terna y se dilate la designación, no consiga los votos para nombrar a la persona que quería el Ejecutivo y sea otra... Podrían verse más fáciles las designaciones que hace el CPCCS, con todos los problemas que tienen los concursos”, dice el experto. (I)