La emoción por la aprobación del Tratado de Libre Comercio con China, con 76 votos a favor, contagió a los asambleístas de Gobierno, socialcristianos, Construye e independientes, e incluso al secretario general del Parlamento, quienes levantaron los brazos por el triunfo, aplaudieron y festejaron, y otros hasta fueron levantados en peso.