En plena pandemia de covid-19 el actor y youtuber Alan Estrada, oriundo de México, vivió la gran experiencia de entrar a un sumergible para ver al enigmático Titanic, que naufragó en 1912. Lo vivió en grande aunque hoy está seguro de que no repetiría similar viaje.

Estrada fue uno de los exclusivos pasajeros que abordó el sumergible Titán, siniestrado la semana pasada, luego de adentrarse en aguas del oceáno Atlántico el domingo 18 de junio. Esta tragedia dejó muertos a cuatro hombres y a un joven que no alcanzaba los 20 años.

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El youtuber contó que sabía de 297 personas que habían podido vivir la experiencia de sumergirse y ver el Titanic.

El actor fue el primer mexicano que viajó a bordo del sumergible Titán, de la empresa OceanGate, señaló El País, México.

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Por todo este impacto que ha causado la tragedia del Titán revivió, para la prensa y sus seguidores, lo que sintió al entrar a las profundidades del océano, a 600 kilómetros al sur de Canadá.

Lo primero que dijo fue que describir el viaje como “espectacular”. No cree entrar a otro para reeditar el momento: “Yo era consciente de que estaba arriesgando mi vida, sabía lo que podía pasar”.

¿Qué pudieron sentir los tripulantes del submarino Titan durante la implosión?

Viaje riesgoso, no era un parque de diversiones

Antes de subirse al Titán, “el primer sumergible de fibra de carbono capaz de llegar hasta los 4 mil metros de profundidad, hay que firmar varios documentos”.

Indicó que uno de los requisitos para abordar es “no padecer claustrofobia”.

“Llega el día de hacerlo y me mandan el realease que he tenido que firmar de responsabilidades, y era una Biblia, o sea de verdad una Biblia, entonces cuando lo leí me asusté mucho (…) básicamente que si te mueres ahí es tu p***” (...). No hay forma de que nadie baje a rescatarte”, contó a Yordi Rosado, presentador mexicano.

Estoy consciente de que estoy subiendo a un sumergible experimental que nunca ha bajado a estas profundidades y que además es el primer sumergible de fibra de carbono (…) que puede haber fallas que provoquen lesiones o la muerte

Ahí sí dije: “Estás arriesgando la vida”.

“Sabíamos que esto es una expedición increíblemente riesgosa, sabíamos que no estábamos yendo a un parque de diversiones”, relató Estrada, según El País.

“Muerte, muerte, muerte”: el tenebroso documento que firmaron los pasajeros antes de abordar el sumergible para ver al Titanic

Así vio el sumergible Titán

A les medios la semana pasada contó que una vez dentro del sumergible, si todo sale bien, se tardan unas dos horas en bajar a los 3 mil 800 metros, durante cuatro horas se recorren los restos del Titanic y el fondo del océano, y otras dos se utilizan para subir a la superficie, reseñó el medio citado.

Ratificó que en el interior no había asientos, ni se podía estar de pie. Por baño contaba con una caja en caso de emergencia.

Estaba pensado para hacer un viaje corto. El mexicano fue uno de los “especialistas de misión” (como llamaban a los que no eran tripulantes) que subió al Titán.

“A mí me parecieron serios los protocolos de seguridad, me sentía en el lanzamiento de un cohete, con cada parada del sumergible, ya sea en la plataforma de lanzamiento, en el agua, y antes de sumergirnos, se detenía todo el equipo, se revisaban todos los sistemas”.

Sin embargo, para el que entraba al submarino, de acuerdo con sus palabras, había una verdad tan insondable como el océano: “Sabíamos que era un sumergible experimental”. (I)

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