Viajar a Cancún, México, se ha vuelto en lo que va de 2025 en una pesadilla. Lejos va quedando para muchos el sueño de ir a tan paradisíaco sitio turístico porque del aeropuerto, mejor dicho del área de Migración, no salen. Los deportan.
Ofrecemos dos testimonios de afectados que denuncian el maltrato recibido en Cancún.
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“Fue un calvario”
Marcela Toro viajó con su esposo, hijos, padres, hermana, el cuñado, su sobrino y unos amigos. “Éramos un grupo de 20 personas”.
Toro dice que era la sexta vez que ella iba a Cancún.
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“Me detuvieron en México con mis hijos. Lo que empezó como unas vacaciones y (la celebración de) mi cumpleaños terminó en un calvario”, dice Toro.
Su viaje fue el 15 de enero de 2025.
“Llegamos al aeropuerto de Cancún. Todos teníamos la misma reserva y decidimos pasar en grupo. Yo tenía los pasaportes de todos y me acerqué a la ventanilla y me pidieron que nos separáramos por familias y ahí comenzó el calvario”, narra la mujer.
“Nos separamos en 3 grupos familiares (...)
Teníamos las reservas pagas. La mayoría de las 20 personas cuentan con visa americana y dos de ellas son ciudadanos americanos.
La funcionaria de Migración me pidió los vuelos de regreso y se los mostré en mi celular. Íbamos a estar hasta el 22 de enero, día de mi cumpleaños. A Cancún íbamos cada año. Era mi lugar favorito. Me encantaba.
Luego preguntó por la reserva del hotel y le mostré una hoja. Le conté que no era un hotel, que era una casa en una villa. Ahí empezó todo.
Recogió los pasaportes y se fue a la sala de Migración. Quince minutos después nos dijo que íbamos a pasar a una segunda entrevista.
A esa inspección entramos dos grupos familiares. El tercero, donde estaban mis papás, pasó normalmente.
Antes nos entregaron una planillas para llenar con los datos personales, y si teníamos tarjetas.
Luego pasamos a la entrevista y fue individual. Creo que al final, todos contestamos normal. Nadie iba a cometer algún delito.
Pasó un tiempo y nos dijeron que no nos iban a dejar entrar al país y que nos iban a retornar a Colombia.
Quedamos superdevastados. Lo que nos explicaron fue que el número (teléfono) de nuestra reserva no contestaban.
Marcela Toro
Nos permitieron hablar con mis papás y les dijimos que se regresaran a Colombia. Habíamos viajado con Wingo.
“Nos trataron como delincuentes”
Luego, nos condujeron a una sala. No teníamos celulares, ni pasaportes. Nos detuvieron. No podíamos pasar con comida. Había niños… el hijo de mi hermana tiene año y medio; los míos 7 y 4 años. Lo que vivimos en esa sala de detención fue horrible (…) Nos trataron como delincuentes.
Mis hijos tenían hambre y les pedí a los de Migración que nos permitieran darles comida. Nos humillaron. Dijeron que la comida llegaba en un ratito y pasaron largas y largas horas.
Era tanta el hambre que tenían mis hijos que ellos consiguieron unas cajas con restos de comida y comenzaron a comer de esos sobrados. Se los quité. Sentí mucha impotencia de ver cómo tratan a los niños.
Marcela Toro
La situación de los baños era asquerosa. La comida la llevaron a las 9:00 de la noche. Fue un sándwich, un jugo de manzana y una minibotella de agua.
Cuando intentamos que los niños durmieran, fue difícil. El frío congelaba".
Mi niña sangró por la nariz, el bebé de mi hermana necesitaba pañales. Les pedimos que nos dejaran ir por ropa para mi hija y pañales y toallitas para el bebé y a todo decían que no.
Amaneció finalmente y nada cambió. “Cuando exigí que si no estábamos detenidos me dejaran ir por la maleta y nos devolvieran los celulares, una mujer me dijo que podía separarme de mis hijos y pasarme a otra sala”.
Uno de mis amigos pudo ubicar a su hermano y este llamó al Consulado. La cónsul llamó al aeropuerto y frente a Migración le conté todo.
A la dura historia de Toro aún le faltaban horas por concluir. Para devolverlos a Colombia los dividieron en grupos y su hermana quedó en Cancún. Regresó varias horas después.
Lo narrado por esta mujer ha levantado reacciones de todo tipo en Tiktok. Muchos le dicen que no deje de llevar lo ocurrido a otras instancias para sentar un precedente.
“Nos trataron muy mal y nos deportaron”
“Salimos mi esposa Flavia, quien está embarazada; y yo el 8 de enero de 2025 desde Córdoba, Argentina, en un viaje con destino a Cancún. El vuelo era Córdoba-Lima/Lima-Cancún con la empresa Latam. Llegamos hacia la 6:30 de la tarde y nos regresaron”, cuenta Francisco Urrutia en un video publicado en TikTok
Señala que cuenta su experiencia para “sacarse la bronca” y “la sensación de injusticia que es espantosa”.
En el aeropuerto de Cancún “(...) nos tocó una mujer policía que nos pidió pasajes de ida y de vuelta.
Luego preguntó por la reserva de hoteles. Teníamos una noche en Cancún. Ocho noches en Playa del Carmen y tres más en Isla Mujeres. Solo nos faltaba pagar en Isla Mujeres, pero contábamos con la reserva.
Preguntó cuánto dinero teníamos. Le dijimos 2.000 dólares y le señalamos que teníamos dos tarjetas de crédito.
Nos dijo ‘Ya vengo’ y se fue con nuestros pasaportes. Volvió y nos informó que nos daba 15 minutos para que la reserva en el hotel la pagáramos o sacáramos otro hotel.
(...) No pudimos y le cuento. Pero en eso llego otro policía, de muy mala cara y nos pidió que lo siguiéramos. Nos llevó a una sala de interrogatorio. Había mucha gente, de distintas nacionalidades.
“Me dijeron que llamarían a Interpol”
Nos interroga otra mujer policía. Nos trató muy mal. Preguntó ‘Por qué no compraste (pagaste) el hotel cuando te dieron la opción’. Le respondí que podía perder la plata.
Dijo que me iba a salir más caro porque no me aceptaba en el país. Mi esposa fue a hablar con los policías, también fueron duros y le dijeron que ya ella había estado en el país. Ese viaje fue hace 14 años”.
“Nos quitaron los celulares y me dijeron que si volvía a hablar iban a llamar a Interpol.
Nos llevaron a una sala tipo cárcel, envidriada. Estaban unas 40 personas, en colchonetas.
Como a la 1:00 de la mañana nos dicen: ‘Ahí tienen el avión de vuelta. Nos llevaron custodiados los policías, no íbamos esposados. Veo los pasajes eran Cancún-Lima y llegamos a Perú a las 6:00 de la mañana. Allí teníamos el vuelo Lima-Córdoba, pero salía 14 horas después.
Estábamos sin pasaportes. Latam nos dio el desayuno, el almuerzo y la cena.
Llegamos a Argentina y fue cuando empezamos a ver videos de gente que dice que si van a viajar a Cancún lleven impreso todo, los pasajes, los hoteles ya pagos y un itinerario con lo que van a hacer”. (I)