La Oficina Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) ha emitido una alerta de tormenta geomagnética que se daría este viernes 10 de mayo.

De acuerdo al Observatorio Astronómico de la Escuela Politécnica Nacional, una tormenta geomagnética es una perturbación del campo magnético terrestre que ocurre cuando el viento solar llega a las cercanías del nuestro planeta.

El viento solar está compuesto de plasma cargado, el cual produce variaciones en el campo magnético terrestre. La tormenta puede tener una duración de horas e incluso días y puede afectar a los satélites que no se encuentran protegidos por nuestro campo magnético.

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Tormentas solares que podrían afectar a la Tierra recuerdan el evento Carrington

¿Cómo se producen?

Se producen por causas externas, concretamente por “un aumento brusco de las partículas emitidas en las erupciones solares que alcanzan la magnetosfera, produciendo alteraciones en el campo magnético terrestre”.

Las tormentas solares son vientos que se desprenden del Sol como eyecciones de masa coronal e ingresan al entorno espacial de la Tierra.

El gran problema de una tormenta de este tipo es que tiene un carácter global y que comienza “simultáneamente en todos los puntos de la Tierra”. Sin embargo, las amplitudes son diferentes dependiendo de la zona, “siendo mayores cuanto más altas son las latitudes”.

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De acuerdo al Instituto Geográfico de España, la frecuencia con que se producen las tormentas geomagnéticas está relacionada con los periodos de la actividad solar, de unos 11 años de duración y que se conoce como “ciclo solar”. El número de manchas solares permite cuantificar la actividad solar en cada momento.

Según el SWPC, esta es la primera alerta emitida por el departamento desde enero de 2005. Los meteorólogos espaciales advirtieron que, además de la alerta de tormenta geomagnética grave, “Otras erupciones solares podrían provocar tormentas geomagnéticas durante el fin de semana”.

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¿Pueden las emisiones solares afectar a la Tierra?

No afecta la vida humana directamente, pero sí indirectamente. Se ha determinado un grado G4, por lo que es posible que se den afectaciones como daños en la red satelital del planeta, apagones mundiales eléctricos y de las comunicaciones, incluso interrumpir el internet o el servicio de GPS. Se trata de perturbaciones del campo magnético de la Tierra, que duran desde varias horas hasta incluso algunos días.

“El periodo de 2024 a 2028 podría ser una época en la que todo el Internet se caiga durante semanas o meses, debido a una tormenta solar extrema”, afirmó el profesor de Astrofísica de la Universidad George Mason, Peter Becker.

Otro impacto potencial que podría ocurrir es un espectáculo de auroras boreales mucho más vibrantes, que podrían verse en ciertos sitios del hemisferio norte. (I)


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