Las campañas de vacunación en Estados Unidos y Europa recibieron el martes un nuevo revés. Autoridades sanitarias estadounidenses recomendaron suspender la administración del inmunizante contra el COVID-19 de Johnson & Johnson por “precaución” ante la posible relación entre el medicamento y la aparición de un tipo raro de coágulo sanguíneo.

La Casa Blanca salió rápidamente al paso y aseguró que esta suspensión no tendrá un “impacto significativo” en su extensa campaña de inmunización, pero la compañía anunció que retrasará la entrega de dosis a Europa, el continente más golpeado por la pandemia, que ya superó el millón de muertes desde el inicio de la crisis sanitaria.

La vacunación se ha convertido en la única esperanza para poblaciones hartas de restricciones. India autorizó este martes el uso de la rusa Sputnik V, al día siguiente de registrar 161.000 contagios, superando por séptima jornada consecutiva la barrera de los 100.000 nuevos casos diarios.

Publicidad

Regulador europeo investiga casos de trombos en EE. UU. y dice que aún no es claro si tienen vínculo con vacuna de Janssen

Pero la campaña estadounidense sufrió un contratiempo el martes. Los principales reguladores recomendaron que se detuviera “por precaución” el uso de la vacuna de Johnson & Johnson, la única validada de una sola dosis y de la que Estados Unidos administró ya 6,8 millones de inyecciones.

La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) están evaluando la “importancia potencial” de seis casos reportados de coágulos sanguíneos poco comunes en pacientes que recibieron la inyección.

Estos incidentes, identificados en mujeres de entre 18 y 48 años, parecen ser similares a los observados en Europa con la vacuna de AstraZeneca y ambos compuestos coinciden en que utilizan la tecnología de adenovirus como vector. Una de las pacientes falleció y otra se encuentra en estado crítico, según Efe.

Publicidad

La de J&J y AstraZeneca han sido desarrollada como las vacunas tradicionales, mientras que las de Pfizer y Moderna emplean una plataforma de ARN mensajero.

Los CDC han convocado para el miércoles una reunión de su comité asesor sobre prácticas de inmunización para revisar más a fondo estos casos y la FDA también revisará los análisis. Cerca de 7 millones de personas han recibido la vacuna de J&J en EE. UU., de acuerdo a datos de las agencias reguladoras.

Publicidad

Los expertos que han dado explicaciones sobre lo ocurrido, incluido el principal epidemiólogo del Gobierno de EE. UU., Anthony Fauci, han advertido que el tipo de trombosis que se ha descubierto en los seis casos es muy distinto a las típicas y no puede tratarse, por tanto, con heparina, refiere AFP.

Sudáfrica se sumó a la suspensión de la vacuna por el riesgo potencial de que provoque coágulos sanguíneos, indicó el ministro de Salud, Zweli Mkhize.

Sudáfrica confirmó la reserva de 11 millones de vacunas de Johnson & Johnson contra el COVID-19

El anunció retrasará aún más la campaña de vacunación del país más golpeado de África por el coronavirus y en el que solo se utiliza ese inmunizante, fabricado en Estados Unidos.

“Hemos decidido suspender voluntariamente su uso hasta que la relación de causalidad entre el desarrollo de coágulos sanguíneos y la vacuna de Johnson & Johnson se haya analizado suficientemente”, indicó el ministro de Salud, Zweli Mkhize, en una rueda de prensa en línea.

Publicidad

Mkhize indicó que aunque no se detectó ningún caso de coágulos sanguíneos entre las personas vacunadas en Sudáfrica, el anuncio de la FDA no debería ser tomado “a la ligera”.

Sudáfrica ha vacunado a menos 290.000 trabajadores sanitarios desde el 17 de febrero. La segunda fase de la campaña, que implicará a los “trabajadores esenciales” y a los mayores de 60 años, debería empezar el 17 de mayo.

Las autoridades sudafricanas renunciaron a usar la vacuna desarrollada por el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford porque es menos efectiva contra la variante del virus detectada en ese país.

En tanto, según recuentos, en el mundo se han administrado más de 800 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19, mientras el número muertos por coronavirus se acerca a los tres millones.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido, sin embargo, que la pandemia entró en una fase “crítica” con las infecciones disparándose pese a las restricciones y las campañas de vacunación. (I)