La empresa rusa de cohetes Energia, de propiedad estatal, obtuvo una patente para una nueva arquitectura de nave espacial diseñada para generar gravedad artificial, una tecnología que podría suponer un avance clave para las misiones tripuladas de larga duración, según informó la agencia estatal TASS.
De acuerdo con el reporte, el sistema patentado contempla una estructura rotatoria capaz de producir una fuerza gravitatoria equivalente a 0,5 g, es decir, el 50 % de la gravedad terrestre.
La documentación incluye ilustraciones conceptuales de una estación espacial con un módulo axial central que combina partes estáticas y rotatorias, al que se conectan módulos habitables mediante uniones flexibles y herméticamente selladas.
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Los módulos habitables, dispuestos de forma radial, girarían alrededor del eje central para simular gravedad mediante fuerza centrífuga. Para alcanzar el nivel previsto de 0,5 g, estos módulos deberían rotar a unas cinco revoluciones por minuto y tener un radio aproximado de 40 metros.
Una estación de estas dimensiones requeriría múltiples lanzamientos y el ensamblaje de los distintos módulos directamente en órbita.
El propio documento reconoce algunas desventajas del diseño, entre ellas la complejidad de mantener la rotación y coordinar el acoplamiento de naves de transporte con una estación en movimiento, un factor que podría reducir la seguridad operativa.
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La generación de gravedad artificial es considerada una de las soluciones más prometedoras para mitigar los efectos de la microgravedad en los astronautas, como la pérdida de masa ósea y muscular, especialmente en misiones prolongadas en órbita terrestre o en viajes interplanetarios.
Conceptos similares han sido explorados por la NASA, como la estación rotatoria Nautilus-X, y más recientemente por empresas privadas como Vast, que ha anunciado planes para desarrollar estaciones con gravedad artificial.
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Rusia no ha indicado plazos ni recursos concretos para desarrollar este proyecto. No obstante, la patente refleja el interés por este tipo de tecnología en un momento en que se acerca el fin de la Estación Espacial Internacional (EEI) y avanzan nuevos planes para estaciones nacionales y comerciales.
Actualmente, la NASA y la agencia espacial rusa Roscosmos prevén retirar la EEI en 2030, mediante una maniobra de desorbitado controlado con una nave modificada de SpaceX.
Rusia, por su parte, se ha comprometido a permanecer en la estación al menos hasta 2028, mientras evalúa sus próximos pasos en la exploración espacial tripulada. (I)





















