Cuando una misteriosa bola de hierro apareció la semana pasada en la playa de Enshuhama, en Hamamatsu, Japón, las primeras teorías apuntaban a que se trataba de un artefacto explosivo. Las autoridades pronto rechazaron esa afirmación, luego de verificar el objeto con rayos X, disipando así los temores de los ciudadanos japoneses.