El espectacular avance de Wagner hacia Moscú durante su fugaz levantamiento el sábado revela “graves problemas de seguridad” en Rusia, dijo este lunes el jefe de este grupo mercenario, Yevgueni Prigozhin, que destacó que sus hombres recorrieron 780 km y encontraron muy poca resistencia.

La rebelión de Prigozhin, un multimillonario otrora aliado del líder ruso Vladimir Putin, duró 24 horas y terminó el sábado.

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El 24 de junio, se aplicaron medidas antiterroristas en Moscú y otras regiones rusas después de que el jefe de la compañía militar privada (PMC) Wagner Group, Yevgueni Prigozhin, afirmara que sus tropas habían ocupado el edificio de la sede del Distrito Militar del Sur en Rostov-on-Don, exigiendo una reunión con los jefes de defensa de Rusia.

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, un aliado cercano de Putin, negoció un acuerdo con el jefe de Wagner, Prigozhin, para detener el movimiento de los combatientes del grupo en Rusia, informó el servicio de prensa del presidente de Bielorrusia. Se dijo que las negociaciones duraron todo el día. Prigozhin anunció que los combatientes de Wagner estaban regresando a sus campamentos.

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Problemas de seguridad en Rusia

Tras varias horas en silencio, Yevgueni Prigozhin negó el lunes en un mensaje de audio que quisiera tomar el poder en Rusia y justificó su rebelión abortada porque quería salvar su organización y poner en evidencia los “graves problemas de seguridad” en el país.

Por su parte las autoridades rusas hicieron todo lo posible durante la jornada del lunes para dar una imagen de normalidad a pesar del duro golpe que el intento de rebelión supone para la imagen del presidente Vladimir Putin, en plena contraofensiva en Ucrania.

“La marcha ha evidenciado graves problemas de seguridad en el país”, declaró Prigozhin en su primer mensaje de audio desde que ordenó el fin de la sublevación el sábado por la noche, sin revelar su ubicación actual.

El empresario afirmó que sus combatientes avanzaron hacia la capital y se detuvieron “a 200 kilómetros de Moscú”.

Occidente niega participación

Los occidentales “no tuvimos nada que ver” con la fallida rebelión del jefe del grupo Wagner en Rusia este fin de semana, afirmó a periodistas el presidente estadounidense Joe Biden, quien aseguró que convocó a sus aliados clave en una llamada de Zoom.

“Coincidimos en que teníamos que asegurarnos de no dar a (el presidente ruso Vladimir) Putin ninguna excusa (...) para culpar de ello a Occidente y para culpar de ello a la OTAN”, afirmó.

“Dejamos claro que no estábamos involucrados. No tuvimos nada que ver, era un problema dentro del sistema ruso”, añadió.

Defensa de los mercenarios

Prigozhin se defendió y afirmó que su objetivo no fue “derrocar el poder en el país” sino evitar la “destrucción del grupo Wagner”, pero que no quiso “derramar sangre rusa”.

“Demostramos un alto nivel de organización que debería tener el ejército ruso”, agregó Prigozhin.

Además afirmó que en su recorrido, los civiles le expresaron su apoyo, algo que expone la fragilidad del poder en Rusia.

“Los civiles nos recibieron con banderas rusas y con el símbolo de Wagner”, afirmó. “Todos estaban muy felices cuando pasábamos”.

El Kremlin afirma que Prigozhin se marchará a Bielorrusia sin especificar cuándo. (I)