Los 72.000 asistentes al festival Burning Man que están atrapados en el desierto de Nevada, en Estados Unidos, después de que las lluvias torrenciales dejaran el terreno embarrado, podrán abandonar a partir de este lunes el recinto.

Así lo confirmaron los organizadores del popular festival en su última actualización publicada en la página web del evento. “Está previsto que el éxodo comience oficialmente alrededor del mediodía de hoy (19.00 GMT), lunes 4 de septiembre”, apuntaron.

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La policía dijo que una persona murió “durante esta lluvia”, pero no proporcionó más información. Su familia ha sido informada.

Todos los eventos del festival de contracultura, que atrajo a unas 70.000 personas, fueron cancelados después de que la lluvia derribó estructuras para fiestas de baile, instalaciones artísticas y otros entretenimientos eclécticos.

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Pese a que el camino de entrada a Black Rock City, el nombre de la ciudad temporal que se construye cada año para albergar el festival, sigue estando “un poco embarrado y todavía hay demasiada agua estancada”, se está secando y los vehículos podrán salir a partir de esta tarde.

Aun así, los organizadores pidieron a los asistentes retrasar su salida hasta el martes, para aliviar “una gran cantidad de congestión durante todo el día de hoy”.

Desde el pasado viernes, centenares de vehículos, muchos de ellos pesadas caravanas, quedaron atascados en el desierto, después de que las lluvias torrenciales que se produjeron entre la noche del viernes y el sábado colapsaran el recinto.

Las carreteras que entran y salen de Black Rock City se cerraron el sábado y los organizadores pidieron a los asistentes resguardarse y racionar sus alimentos y el agua ya que era prácticamente imposible que los vehículos circularan.

Así se observa en imágenes publicadas por los medios de comunicación estadounidenses, tomadas desde el aire por un dron, en las que aparecen centenares de vehículos varados, rodeados por el lodo.

En solo 24 horas se registraron en la zona lluvias equivalentes a dos o tres meses (hasta 0,8 pulgadas).

Pese a que los organizadores del evento pidieron a los asistentes que se refugiaran y que no intentaran salir por su cuenta de la zona, centenares de ellos decidieron escapar caminando a través del desierto.

Según la oficina del alguacil del condado de Pershing, algunos asistentes caminaron hasta una carretera principal a esperar a los autobuses enviados por los organizadores del festival el sábado por la noche.

Decenas de miles de asistentes al festival empapados quedaron varados el 3 de septiembre de 2023, en el barro profundo y pegajoso del desierto de Nevada, después de que unas lluvias torrenciales convirtieran la reunión anual de Burning Man en un atolladero. Foto: AFP

El festival Burning Man tiene lugar cada año en un lago seco del desierto de Nevada, donde se construye una ciudad temporal a la que se puede acceder a través de una autopista de dos carriles.

Durante el evento, los asistentes pueden participar en una serie de actividades artísticas y comunitarias que, según cuentan algunos de los asistentes, han seguido celebrándose estos días pese a las condiciones sobre el terreno.

Según los organizadores, el festival se guía por una serie de principios entre los que se incluye la “responsabilidad civil”, la “expresión radical” o “no dejar rastros”, y no se permite el uso de dinero (aunque las entradas para acudir cuestan cientos de dólares). (I)