La misión espacial Apolo 14, llevada a cabo en 1971, tenía como objetivo investigar la superficie lunar cerca de un punto preseleccionado en el cráter Fra Mauro, desplegar y activar un paquete de experimentos de superficie lunar Apolo, desarrollar aún más la capacidad de trabajar en el entorno lunar y obtener fotografías de los sitios de exploración candidatos.

Pero además, uno de los tripulantes de la misión, Stuart Roosa, quien antes había trabajado como paracaidista para el Servicio Forestal de Estados Unidos, llevó 500 semillas a la órbita de la Luna. En este singular experimento, los científicos estadounidenses pretendían explorar el efecto de la microgravedad en las semillas, así como analizar los posibles efectos nocivos de la radiación en las plantas.

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Para la misión del Apolo 14 se seleccionaron muestras de cinco árboles diferentes: secuoya (Sequoia semperirens), pino taeda (Pinus taeda), sicomoro americano (Platanus occidentalis), abeto Douglas (Pseudotsuga menziesii) y goma dulce estadounidense (Liquidambar styraciflua).

De acuerdo a la página del Centro Espacial John F. Kennedy, “la idea de llevar semillas de árboles a la luna fue concebida por el entonces Jefe del Servicio Forestal, Ed Cliff, para generar publicidad y para que Roosa pudiera honrar a sus compañeros paracaidistas y su compromiso de servir en uno de los trabajos más peligrosos de Estados Unidos”.

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Cuando regresaron a Tierra, se descubrió que el bote donde se encontraban las semillas se había roto mientras estaba expuesto al vacío durante el proceso de descontaminación, por lo que se consideraron inutilizables para experimentos. Las semillas se enviaron a los laboratorios del Servicio Forestal en Mississippi y California, donde los intentos de germinarlas tuvieron éxito.

Un árbol sicomoro en el Centro Espacial Kennedy. Foto: NASA

Si bien no se realizó una investigación real sobre el efecto de los viajes espaciales en estas semillas de árboles, se observó que los árboles resultantes no crecieron de manera diferente a sus contrapartes en la Tierra.

Alrededor de 420 plántulas se cultivaron hasta que alcanzaron el tamaño suficiente para trasplantarlas a escuelas y edificios gubernamentales de todo el país durante el Bicentenario de los Estados Unidos en 1976. Esas plantas, actualmente árboles, son denominados “árboles de la Luna”.

¿Dónde se encuentran?

En muchas de las plantaciones de estos “árboles lunares” hubo una ceremonia para conmemorar este hecho, sin embargo, la falta de investigación científica también significó que no hubo ningún seguimiento sistemático de la ubicación de todos los árboles.

Incluso, tal como cuenta un artículo de National Geographic, quienes trabajaban en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA “no habían escuchado nada” sobre los ‘árboles lunares’, cuando en 1996 una profesora de primaria envió un correo para conocer más detalles sobre este curioso apodo, puesto que durante un proyecto de clases sobre flora local encontró un árbol que tenía un signo que decía “árbol lunar”.

Dave Williams, científico planetario que estaba encargado de archivar datos lunares y planetarios en el sitio web de la agencia, recibió este correo y empezó a buscar todo tipo de información sobre esta historia.

Para esto creó una página en el sitio de archivo de la NASA donde los lectores pueden aprender sobre los árboles lunares del Apolo. En la página se enlista más de 80 árboles ubicados entre escuelas, estaciones de policía y oficinas de servicios forestales.

De acuerdo a un artículo publicado en Forbes, éste es el listado de árboles lunares en instalaciones del programa espacial de EE. UU.

  • Un sicomoro en el Centro Espacial Goddard, Maryland.
  • Un sicomoro a la entrada del Centro Espacial Kennedy, Florida.
  • Un pino taeda en los terrenos del Centro Espacial Johnson de la NASA, Florida.
  • Cinco sicomoros y dos pinos en el Centro Espacial y de Cohetes de EE. UU, Alabama.

La gran mayoría de estos árboles se encuentran en Estados Unidos, pero también hay ejemplares en Brasil, Japón y Suiza. (I)