El príncipe Harry y Meghan Markle estarían interesados en mudarse de Montecito, California, Estados Unidos, para vivir en Hope Ranch, un vecindario exclusivo, según el Santa Barbara News-Press.
Los duques de Sussex volvieron a los Estados Unidos luego de asistir al funeral de la reina Isabel II en Londres, quien murió el pasado 8 de septiembre en su castillo de Balmoral, Escocia.
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Príncipe Harry y Meghan Markle buscan nueva vivienda en California
Hope Ranch es una comunidad privada cercana a Montecito, Santa Bárbara, donde el hijo del rey Carlos III, su esposa y su primogénito, Archie, viven desde marzo del 2020 cuando renunciaron a sus obligaciones en la realeza. En la mansión valorada por 14 millones nació Lilibet, la segunda hija de los Sussex.
La nueva vivienda en la que estarían interesados el príncipe y la exactriz tendría un valor de 22 millones de dólares y el vecindario no solo cuenta con un club de campo solo para miembros y un club de golf, sino que también incluye acceso a canchas de tenis, áreas de picnic y una red de senderos ecuestres, según el Daily Mail.
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Sin embargo, se desconoce si ya los Sussex compraron el nuevo hogar o siguen en la búsqueda.
Lo cierto es que para superar el vecindario en el que actualmente residen, debe ser un sitio exclusivo, teniendo en cuenta que sus vecinos son personalidades como Ellen DeGeneres y Oprah Winfrey.
Por otra parte, mientras los duques buscan un nuevo hogar, cada vez quedan más al margen de la familia real. Esta semana, la realeza publicó la primera fotografía oficial de los altos miembros de la realeza: el rey, la reina consorte Camilla Parker Bowles y los príncipes de Gales, William y Kate Middleton, una representación gráfica del presente y futuro de la monarquía.
Lo que más llamó la atención es que la fotografía fue tomada el 18 de septiembre, un día antes del funeral de la reina Isabel II y aún con la presencia del príncipe Harry en el castillo.
La relación entre los Sussex y el rey Carlos y el príncipe William se torna cada vez más tensa. Se conoció que, incluso, el monarca no confía en su hijo y su esposa, y todavía no decide si otorgar los títulos de príncipe y princesa a sus nietos, Archie y Lilibet.
Los duques de Sussex pasaron 11 días en Inglaterra, los cuales no fueron suficientes para mejorar la relación entre ellos y la familia real. (I)
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