Este jueves el presidente Vladimir Putin ordenó la invasión en el territorio ucraniano. Tanto Rusia como el Occidente ven a Ucrania como una solución reguladora contra el otro.

Rusia considera a Ucrania dentro de su esfera natural de influencia. La mayor parte del país fue parte del Imperio ruso durante siglos, muchos ucranianos hablan el ruso como lengua nativa y el país formó parte de la Unión Soviética hasta obtener su independencia en 1991.

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Posteriormente a la Revolución bolchevique de 1917, Ucrania se convirtió en una república soviética; pero, a partir de su independencia en 1991, las tensiones con Rusia aumentaron, aunque culminaron en 2014 con una revolución prooccidental (también llamada “revolución de colores”), que está caracterizada por el recurso de acción directa no violenta, según sus simpatizantes, y además marcada por un discurso de Occidente.

Rusia se desconcertó cuando un levantamiento en 2014 se dio el reemplazo al presidente de Ucrania, que mantenía buenas relaciones con Rusia, por un gobierno con inclinaciones claras hacia Occidente, liderado por Volodomir Zelenski. Tras el fin del gobierno de Víktor Yanukóvich, diversos grupos prorrusos manifestaron su deseo de reintegrarse en la Federación de Rusia.

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El presidente Volodímir Zelenski, un excomediante de 44 años sin experiencia política, llegó al poder en 2019 con la promesa de tolerancia cero hacia la corrupción.

En 2014, Rusia decidó anexar la península de Crimea y a partir de entonces ha apoyado a los rebeldes separatistas localizados en el este de Ucrania. Lo que produjo que este año Rusia concentrara miles de soldados en las fronteras con Ucrania. Además, otro elemento que desató el conflicto fue que Vladímir Putin reconoció el 21 de febrero la independencia de las autodenominadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, anunciando el despliegue de tropas en esas zonas.

Putin sostiene ahora que Ucrania es un títere de Occidente y que nunca fue, de todos modos, un Estado propiamente dicho.

Su principal demanda ahora es que Occidente garantice que Ucrania no se unirá a la OTAN, una alianza defensiva de 30 países.

“Para nosotros es absolutamente obligatorio asegurarnos de que Ucrania nunca jamás se convierta en miembro de la OTAN”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores, Sergei Ryabkov.

La OTAN es una alianza defensiva con una política de puertas abiertas a nuevos miembros y sus 30 estados miembro están convencidos de que no cambiará.

Los motivos de la guerra entre Rusia y Ucrania se intensificaron cuando Ucrania presionó a la OTAN para formar parte del conglomerado de Estados miembros.

Sin embargo, esta opción no es viable para el Kremlin, que considera que su seguridad nacional estará en peligro si Ucrania finalmente se adhiere a la organización. (I)

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