El presidente de EE. UU. Donald Trump ha enviará representantes a Groenlandia esta semana, lo que ha generado rechazo entre los líderes políticos del territorio. Consideran la visita como una escalada en las declaraciones previas del expresidente sobre la posibilidad de adquirir la isla, ya sea mediante una transacción financiera o por la fuerza.

Hasta ahora, los dirigentes groenlandeses han reiterado que el territorio no está en venta. Sin embargo, la llegada de JD Vance y su esposa Usha ha causado preocupación. El primer ministro Mute Bourup Egede declaró al diario Sermitsiaq que la visita es “muy agresiva” y tiene como único propósito “demostrar poder sobre nosotros”. También expresó su inquietud de que esto aumente la presión desde Estados Unidos para tomar el territorio.

Groenlandia tiene un valor estratégico por su ubicación en el círculo polar ártico, una región con recursos naturales sin explotar y rutas marítimas emergentes. El deshielo ha convertido la zona en un punto clave para el comercio, lo que ha llevado a distintas potencias a disputar el control del área. Las rutas a través del Ártico pueden reducir el tiempo de transporte entre Asia y Europa o Estados Unidos en un 40 % en comparación con el canal de Suez o el de Panamá.

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“Tenemos que tenerla”, dice Donald Trump sobre Groenlandia antes de la visita de JD Vance a la isla

Cinco países pueden reclamar derechos sobre la plataforma continental ártica: Canadá, Rusia, Noruega, Dinamarca (a través de Groenlandia) y Estados Unidos (a través de Alaska). Para Trump, obtener Groenlandia fortalecería la presencia de su país en la región. En marzo, afirmó ante el Congreso: “Necesitamos Groenlandia por motivos de seguridad nacional e incluso por motivos de seguridad internacional”.

Estados Unidos mantiene presencia militar en Groenlandia desde la Segunda Guerra Mundial y opera la Base Espacial de Pituffik, antes llamada Base Aérea de Thule. Trump ha planteado que esta base se integre a un sistema de defensa antimisiles denominado “Cúpula Dorada”, similar a la Cúpula de Hierro de Israel. Una orden ejecutiva establece que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, debe presentar un plan para ese sistema antes del 28 de marzo.

Además del aspecto militar, Groenlandia es relevante por sus recursos naturales. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el Ártico alberga un porcentaje significativo de las reservas mundiales de gas y petróleo sin explotar. También cuenta con minerales de tierras raras, esenciales para la fabricación de baterías, teléfonos y vehículos eléctricos. El gobierno de Trump ha buscado incrementar sus reservas de estos materiales y frenar el acceso de China al mercado de Groenlandia.

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El cambio climático ha facilitado la explotación de estos recursos. En las últimas tres décadas, se han derretido aproximadamente 28.000 kilómetros cuadrados de la capa de hielo. Para Groenlandia, esto representa una oportunidad de crecimiento económico y un posible impulso hacia la independencia. Sin embargo, su gobierno ha impuesto restricciones ambientales, como la prohibición de la extracción de uranio desde 2021. Si Estados Unidos adquiere el territorio, estas regulaciones podrían ser eliminadas. (I)