La Plaza de San Pedro, en el Vaticano, se convirtió este sábado en un escenario de música, luces y tecnología durante un espectáculo sin precedentes. Miles de personas acudieron para ser testigos de una noche única, marcada por arte y espiritualidad.
El concierto gratuito “Grace for the World” rindió un emotivo homenaje al papa Francisco y reunió a artistas de talla mundial en un evento de proyección internacional.
Esta cita cultural cerró el Tercer Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana, una iniciativa inspirada en la encíclica Fratelli Tutti (2020), en la que el pontífice argentino llama a construir un mundo basado en la paz, la solidaridad y la fraternidad universal.
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Drones form the face of Pope Francis at the Vatican, while Andrea Bocelli & US rapper Jelly Roll sing Amazing Grace.
— Michael Haynes 🇻🇦 (@MLJHaynes) September 13, 2025
Comes as part of tonight’s“Grace for the World” concert closing 3rd annual World Meeting on Human Fraternity, born from Pope Francis’ Fratelli Tutti pic.twitter.com/zXqWWZ9R4j
El momento más conmovedor llegó cuando Andrea Bocelli y el rapero estadounidense Jelly Roll interpretaron el himno religioso Amazing Grace. Mientras las notas se elevaban en la noche romana, más de 3.500 drones iluminaron el cielo formando el rostro sonriente del papa Francisco, un espectáculo tecnológico jamás visto en el Vaticano que arrancó aplausos y lágrimas entre los asistentes y millones de espectadores que lo siguieron en directo por cadenas internacionales.
La velada fue también un encuentro de géneros y culturas. Karol G, una de las figuras más esperadas, aportó su inconfundible ritmo latino. Vestida con un elegante vestido negro con pedrería, interpretó Mientras me curo del cora y luego regresó al escenario para cantar junto a Bocelli el clásico Vivo por ella. Entre banderas y camisetas de toda Latinoamérica, el público coreó cada verso: “Es un evento bonito, pero en realidad venimos a ver a Karol G”, dijo a EFE Liz, una fan peruana.
La imponente Basílica de San Pedro fue el telón de fondo de un recital que mezcló pop, rap, góspel, música sacra y ritmos tropicales. Pharrell Williams encendió la plaza con Happy, pidiendo a la multitud que alzara las linternas de sus teléfonos, mientras John Legend emocionó con Glory y Bridge Over Troubled Water. También brillaron la beninesa Angélique Kidjo, con su versión de La vida es un carnaval, y Jennifer Hudson, que interpretó The Prayer junto a Bocelli.
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Aunque el papa León XIV —quien cumple 70 años este domingo— no estuvo presente, el cardenal Mauro Gambetti inauguró el evento reiterando el “no a la guerra” y el “sí a la paz y la fraternidad”, el mensaje central del encuentro.
Pero la imagen que quedará grabada en la memoria colectiva es la de un cielo vaticano cubierto de luces danzantes que dibujaron formas como la manos de Dios y Adán en los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina o el rostro del papa Francisco. (I)
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