La falta de interés ciudadano y la represión de la oposición marcaron las últimas elecciones en Nicaragua. El partido del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se adueñó de todas las alcaldías del país, 153 en total.

Según los primeros datos del Consejo Supremo Electoral, el Frente Sandinista se hizo cargo de 17 cabeceras departamentales en Nicaragua, expandiéndose en las administraciones locales. El partido único arrasó con la competencia desde julio, cuando retiraron a los otros partidos políticos de las últimas cinco alcaldías que no dominaban.

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El reporte de la CSE estipula que el Frente Sandinista ganó con un porcentaje de 73,7 % de los votos válidos a nivel nacional.

Nicaragüenses opositores al gobierno del presidente Daniel Ortega marchan en Costa Rica exigiendo la liberación de los presos políticos y en contra de las elecciones municipales realizadas en su país en San José el 6 de noviembre de 2022. (Foto de Ezequiel BECERRA / AFP)

De acuerdo con la organización Urnas Abiertas, las votaciones que tuvieron lugar este domingo registran un índice de abstención del 82,7% del electorado. Es una cifra similar a la que se registró el año pasado, durante las elecciones generales en las que varios precandidatos de la oposición fueron reprimidos y el partido de Ortega se logró mantener en el poder.

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En estas votaciones, miembros de partidos de oposición denunciaron fraude entre los partidos aliados de Ortega. Una de las acusaciones es la usurpación de la identidad de más de 1.000 ciudadanos para simular tensión electora, reporta El País. Urnas Abiertas concuerda con que hubo “una coacción sin precedentes”, hacia la ciudadanía. Esta institución asegura que representantes del Frente Sandinista vigilaron a votantes en sus propias casas, y en algunas instancias obligaron a personas a votar.

Otras situaciones que denuncian los nicaragüenses, es que se presentaron oficiales armados dentro de los recintos electorales, algo que Urnas Abiertas describe como “una clara violación de la ley electoral, que prohíbe entrar armado al local de las votaciones”.

Varios funcionarios de instituciones públicas comentan que incluso fueron obligados a mostrar su dedo manchado de tinta indeleble como señal de haber participado en la elección.

“Faltan todavía unas cuantas horas, donde estamos seguros de que seguirán llegando a los centros de votación los nicaragüenses, mujeres y hombres, hombres y mujeres, que saben que este voto es un voto por la paz. Más allá del partido al cual se le deposita el voto se está votando por Nicaragua. Y al votar por Nicaragua se está votando por la paz”, se expresó Daniel Ortega. El mandatario y su esposa votaron en un recinto electoral en Managua.

“Vivimos un día ejemplar, maravilloso, formidable, en el que confirmamos nuestra vocación de paz”, declaró Murillo. “Un día de concordia, de alegría, de fraternidad, una jornada extraordinaria de democracia”, manifestó la vicepresidenta.

Ortega, el líder de 76 años, gobernó inicialmente en Nicaragua de 1985 a 1990 y luego volvió al poder en el país en el 2007. Desde entonces, ha ganado la reelección en tres ocasiones. (I)