La noticia tardó en llegar a Panamá. El 15 de julio de 2004, el Senado de Estados Unidos dio a conocer el informe que reveló que Augusto Pinochet tenía cuentas secretas en el Banco Riggs de ese país. La revelación de la fortuna oculta de Pinochet impactó en Chile y en todo el mundo, pues sugería que se había apropiado de fondos públicos durante sus 17 años como dictador. Solo dos semanas más tarde, la desaparecida revista Siete+7 comenzó a destapar la trama offshore: Pinochet tenía una red de sociedades en las Islas Vírgenes Británicas, creadas por el hasta entonces desconocido abogado Óscar Custodio Aitken Lavanchy con la ayuda del estudio panameño Alemán, Cordero, Galindo & Lee (Alcogal).