El equipo de expertos en armas químicas y medicina del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) que estaría supuestamente implicado en el envenenamiento del líder opositor ruso Alexéi Navalni en 2020, también siguió a otro crítico del Kremlin antes de que sufriera sendas intoxicaciones en 2015 y 2017.