El expresidente de Bolivia, Evo Morales, quien lideró el país entre 2006 y 2019, fue declarado en “rebeldía” por un tribunal de Tarija este viernes, tras no presentarse por segunda vez consecutiva a una audiencia judicial en su contra. El caso investiga una acusasión por trata de personas “agravada”, vinculada con una presunta relación con una menor de edad con la que, según las denuncias, habría tenido un hijo.
El juez Nelson Rocabado, a cargo del proceso, dictó medidas severas contra el exmandatario. Entre las disposiciones destacan la emisión de una orden de aprehensión, la notificación mediante edicto de la resolución judicial y el arraigo nacional de Morales, lo que le impide salir del país. Además, se ordenó la anotación preventiva de sus bienes.
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Durante la audiencia, que fue transmitida por el canal estatal Bolivia TV, el magistrado rechazó los argumentos presentados por la defensa de Morales, que alegó problemas de salud como bronconeumonía y bradicardia para justificar su ausencia. Según Rocabado, estas razones “no son válidas ni suficientes” para justificar su incomparencia en un caso de tal gravedad.
Con esta declaración de rebeldía, el caso toma un giro significativo. El mandamiento de aprehensión podría derivar en la captura de Morales en cualquier momento, aunque, hasta ahora, se desconoce su ubicación exacta. Por su parte, el exmandatario no se ha pronunciado sobre esta nueva resolución judicial.
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La situación de Evo Morales pone en manifiesto las tensiones entre el poder judicial y una de las figuras más icónicas del país. La investigación continuará en las próximas semanas, mientras se espera la ejecución de las medidas dictadas por el tribunal. (I)