Hace un mes, el Instituto Nacional de Migración (INM) de México en Ciudad Juárez se incendió con decenas de migrantes retenidos en su interior, dejando 40 víctimas mortales.
Desde esa noche, las personas retenidas en el centro migratorio y otros testigos del incendio denunciaron que los agentes que se encontraban de turno no hicieron nada por salvarlos o controlar el fuego que azotaba desde la celda de hombres.
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Un nuevo video de dieciséis minutos, difundido hoy por diarios mexicanos, comprueba que la reacción de las autoridades fue negligente.
Las primeras imágenes, que el Gobierno ha pedido entregar a la Fiscalía para que sean parte de la investigación oficial, muestran a varios hombres caminando por un pasillo del centro de detención, todos ellos amarrados con manos en la espalda, menos uno. En ese edificio estaban alojados los migrantes que esperaban agendar una cita con las autoridades de Estados Unidos para cruzar legalmente la frontera.
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A las 12.26 hora local, cuando todavía quedaban varias horas para que se desatara el mortal incendio, se observan alrededor de 50 hombres en el interior de la celda masculina. Una pared y puerta de barrotes los separa de los agentes migratorios, que se encuentran en la sala contigua.
Momentos de negligencia
De acuerdo con el relato oficial, e impulsado por el estado en el que estaban, sin agua, alimentos, ni papel higiénico, a alrededor de las 20:27 los migrantes iniciaron una protesta al enterarse de que serían deportados. Bajo la mirada pasiva de un agente, colocaron sus colchones contra los barrotes.
Minutos después, las cámaras registran humo y llamaradas que viene desde dentro de la celda de los hombres. Los agentes en la sala contigua salen corriendo y no vuelven para abrir la puerta o rescatar a las decenas de hombres que arden en el interior. Tampoco se aparecen con un extintor de incendios, ni llaman a los bomberos.
En la celda de mujeres, las cámaras captaron a las detenidas oler el humo y escapar del lugar. Ninguna de ellas murió.
Mientras en el interior se consumaba la tragedia, imágenes del acceso de entrada a la estación migratoria muestran un trasiego de funcionarios y agentes de seguridad, entre ellos varios miembros de la Marina. Los pocos que entran, salen en cuestión de segundos. Según el director de Protección Civil de Juárez, Roberto Briones, nadie llamó al servicio de emergencias y fue una casualidad que un capitán de bomberos viera el humo a la distancia y diera la alerta.
Tres agentes del Instituto Nacional de Migración, dos guardias de la empresa Camsa y uno de los migrantes fueron acusados por homicidio y lesión y puestos en prisión preventiva, poco después del incendio.
Sin embargo, la investigación sigue arrojando nueva información. El contralmirante Salvador González, jefe del Inami en Chihuahua, fue acusado de haber dado la orden de no dejar salir a los migrantes, por lo que también fue detenido. (I)