En el 2020, las festividades del Día de Muertos en México se vieron afectadas por las restricciones que la pandemia de COVID-19 obligó a imponer. Las medidas provocaron una caída inédita de las ventas. Ha pasado un año y los comerciantes de flores, artesanías y alimentos esperan que sus ingresos revivan, aunque hay incertidumbre por el malestar económico que también afecta a la nación.