Mark David Chapman volvió a declarar que mató a John Lennon por un deseo egoísta de “ser alguien”. Lo dijo ante la junta de libertad condicional, a pocos meses de cumplirse 45 años del crimen.

El interno de 70 años, preso en el Centro Correccional Green Haven, reconoció que el tiroteo frente al edificio Dakota respondió únicamente a su ambición de fama.

Chapman insistió en que actuó movido por la popularidad del ex Beatle y aceptó que su gesto fue “completamente egoísta”, según consta en la transcripción de la audiencia de finales de agosto.

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La junta de libertad condicional rechazó por decimocuarta ocasión su pedido de excarcelación. El panel sostuvo que su disculpa no alcanza el estándar de arrepentimiento real o empatía.

El asesino narró nuevamente cómo viajó desde Hawái decidido a matar al músico, influido por la novela “El guardián entre el centeno”, que lo llevó a etiquetar a Lennon como “farsante”.

Chapman merodeó primero en octubre de 1980, sin localizarlo. En diciembre regresó a Nueva York cuando -según dijo- “la compulsión volvió a crecer”.

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El 8 de diciembre esperó a Lennon a la salida de una limusina. Horas antes había recibido un autógrafo suyo. Luego le disparó cuatro veces por la espalda mientras Yoko Ono presenciaba la escena.

La justicia le impuso una pena de 20 años a cadena perpetua. Desde entonces ha acudido catorce veces a audiencias de libertad condicional, todas negadas.

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El condenado asegura que hoy rehúye cualquier foco público, estudia la Biblia por las noches y mantiene contacto con su esposa Gloria, con quien lleva 46 años de matrimonio.

Pese a sus disculpas dirigidas a la familia del artista y a los seguidores del grupo, el panel consideró insuficiente su contrición y aplazó cualquier opción de salida.

Chapman podrá volver a solicitar la libertad condicional en 2027. Mientras tanto, permanecerá recluido en régimen ordinario, sin acceso a beneficios extraordinarios. (I)