El Ártico ha dejado de absorber carbono de manera neta y ha comenzado a emitir más de lo que retiene, según el reciente informe Arctic Report Card 2024 de la Agencia Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). Este cambio, impulsado por el aumento de las temperaturas, los incendios forestales y el derretimiento del permafrost, pone de manifiesto las profundas transformaciones que está experimentando la región debido al cambio climático.