El conflicto entre Israel y la milicia islamista Hamás parece no tener una solución tan rápida y mientras tanto el número de víctimas sigue aumentando.
La nueva escalada de violencia arrancó el pasado 7 de octubre cuando Hamás se infiltró en la frontera sur y asesinaron a varios asistentes de un festival así como también se tomaron rehenes.
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La incursión causó más de 1.400 muertos del lado israelí y los ataques de represalia más de 3.000 en la franja de Gaza, en su mayoría civiles de ambas partes.
En el último hecho de gran magnitud que se dio en Gaza fue el ataque a un hospital que dejó al menos 500 fallecidos, se conoció que el misil que impactó no fue por parte de Israel.
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El papa Francisco ha condenado la situación y este miércoles catalogó como desesperada la situación en Gaza y pidió que se haga lo posible para evitar “una catástrofe humanitaria”.
“La guerra no resuelve los problemas: tan solo siembra muerte y destrucción, aumenta el odio, multiplica la venganza. La guerra suprime el futuro. Exhorto a los creyentes a tomar un solo partido en este conflicto: el de la paz. No simplemente con palabras, sino con la oración”, se indicó.
El sumo pontífice convocó a una jornada de ayuno, penitencia y oración por la paz el próximo 27 de octubre e invitó que se unan aquellos que son de otras religiones así como aquellos que se preocupan por la causa de la paz en el mundo.
El pedido se da en medio de la autorización que dio Israel para el envío de “comida, agua y remedios” desde Egipto a la Franja de Gaza.
“Ante el pedido del presidente [de EEUU, Joe] Biden, Israel no frustrará el envío de ayuda humanitaria vía Egipto”, indicó el gabinete del primer ministro Benjamin Netanyahu, agregando que la autorización valdrá “en la medida en que el aprovisionamiento no llegue a Hamás”, que gobierna Gaza. (I)