El mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva volvió a arremeter contra el expresidente Jair Bolsonaro tras los violentos disturbios y el intento de golpe de Estado del pasado 8 de enero.

Este miércoles Lula se refirió sobre los hechos, primero en medio de una ceremonia con sindicalistas en el Palacio del Planalto. Allí el actual mandatario dijo que no sabía “si el expresidente mandó (a cometer los ataques), lo que sé es que tiene culpa porque pasó cuatro años instigando al pueblo a tener odio”.

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Lula da Silva aparta de sus funciones a 40 militares que vigilaban el palacio presidencial el día del asalto en Brasilia

Pese a no mencionarlo, Lula señaló que Bolsonaro había estimulado los ataques a través de su discurso durante los últimos tres años. Esto pese a que él ha negado alguna conexión con los hechos violentos.

El 8 de enero, miles de manifestantes irrumpieron en los edificios de la Presidencia (Palacio de Planalto), el Congreso y la Corte Suprema lo que dejó más de 2.000 personas detenidas aunque ya varias han sido liberadas.

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En una entrevista con la cadena GloboNews, el mandatario criticó los servicios de inteligencia que no respondieron adecuadamente para evitar el hecho y que esto marcó el inicio de un golpe de Estado. “Mi inteligencia no existió”.

De igual manera dijo que pensaba que los manifestantes acataban órdenes que Bolsonaro había dado hace tiempo.

“Quedé con la impresión de era el comienzo de un golpe de Estado”, dijo el mandatario.

El lunes, la Fiscalía presentó ante el Tribunal Supremo cargos contra 39 personas sospechosas de participar de los desmanes.

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De igual manera este miércoles continuó con la purga de militares que trabajaban en el Ejecutivo, ante esto se separó a 13 uniformados que se suman a los 40 ya apartados de la residencia presidencial.

El personal separado este miércoles hacía parte del Gabinete de Seguridad Institucional, responsable de asistir al presidente en labores de seguridad nacional y política de defensa, según se publicó en el Diario Oficial de la Unión.

Lula compartió sus reservas sobre algunos de ellos tras la invasión a las sedes de los tres Poderes públicos en Brasilia. (I)