La inteligencia artificial ha llegado a agilizar ciertas tareas, pero también se ha convertido en un problema energético. La insaciable necesidad de energía que requiere alimentar los centros de datos es enorme y para 2030 las expectativas son que este consumo va a crecer un 200 %.

Según ha anunciado Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), el próximo mes de diciembre se realizará la primera Conferencia Global sobre Energía e Inteligencia Artificial. Esta es una cumbre global en el que se reunirán distintos protagonistas del sector y se debatirán algunas medidas posibles para enfrentarse a este aumento de la demanda.

“Aunque su uso hoy es pequeño, la demanda ha aumentado rápidamente en los últimos años y se espera que siga creciendo. Considerar las implicaciones de la revolución de la IA es fundamental para comprender el futuro de la energía”, indica la IEA.

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Según el último informe de la IEA sobre el consumo energético proyectado para 2026, se espera que los centros de datos consuman más de 1.000 teravatios-hora ese año, equivalente al consumo total de energía de Japón.

En 2022, estos centros consumieron aproximadamente 460 TWh, representando alrededor del 2 % del consumo global de electricidad. En comparación, se estima que las criptomonedas consumirán unos 160 TWh para 2026, con un crecimiento esperado del 40 %, pero aún así, esto queda considerablemente por debajo del impacto proyectado para la inteligencia artificial.

Por otro lado, Elon Musk ha apuntado que se acerca a una “sequía de energía”, debido a que la IA se quedará sin transformadores en 2025. “La computación de la inteligencia artificial en la nube parece estar aumentando en un factor de diez cada seis meses. Esto no puede continuar a un ritmo tan alto para siempre, pero nunca he visto algo parecido”, explica Musk. (I)