Inglaterra está próxima a legalizar el suicidio asistido con eutanasia, luego que la Cámara de Diputados aprobara la proposición de ley con 330 votos a favor.

La nueva ley, planteada por la diputada Kim Leadbeater, se denomina ‘Proposición de Ley de fin de vida para adultos con enfermedades terminales’. En caso de que se produzca su aprobación definitiva, permitiría que los mayores de 18 años que padecen una enfermedad terminal puedan recibir asistencia para morir.

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Ante la Cámara de los Comunes, Leadbeater declaró que el texto busca otorgar “elección, autonomía y dignidad” a los adultos con una enfermedad en fase terminal.

La ley actual “no es clara y no protege a los pacientes, a las familias ni al personal de salud, lo cual empuja a la gente a acciones desesperadas”, argumentó Leadbeater.

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Cómo funcionaría la ley

Los interesados en someterse al suicido asistido deben ser residentes de Inglaterra o Gales y llevar al menos doce meses registrados con un médico de cabecera, además de tener una expectativa de vida de menos de seis meses y estar en capacidad de tomar la decisión y expresar un deseo “claro, firme, informado y libre de coerción o presión.

Los afectados tendrán que hacer dos declaraciones separadas, con testigos y firmadas, sobre su deseo de morir, y deberán someterse a la evaluación de dos médicos y obtener una orden judicial.

El texto aprobado dispone que, aunque un médico podría preparar el compuesto letal, debe ser la persona misma quien lo tome y nadie más estaría autorizado a administrarlo.

Además, se instauran penas de hasta 14 años por presionar, coartar o engañar a alguien para que se quite la vida o declare que quiere acabar con ella.

Hace nueve años, una propuesta de ley sobre el suicidio asistido fue rechazada por el Parlamento, pero la opinión pública ha cambiado desde entonces y es mayoritariamente favorable a este proyecto. (I)