En medio de la creciente presión pública por acceder a los archivos completos relacionados con la red de tráfico sexual liderada por Jeffrey Epstein, un grupo de creadores de contenido de ideología conservadora obtuvo acceso anticipado a los primeros documentos desclasificados.
La fiscal general Pam Bondi, junto al exfuncionario y actual director del FBI, Kash Patel, fueron los encargados de entregar las carpetas iniciales, denominadas “Los Archivos Epstein Fase 1″, a un reducido círculo de figuras mediáticas alineadas con sectores republicanos.
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Entre los receptores se encontraban el presentador de Real America’s Voice, Jack Posobiec; el comentarista político Rogan O’Handley, conocido como DC Draino; la creadora de contenido Chaya Raichik y otras figuras conservadoras en línea. Todos fueron captados por la prensa saliendo sonrientes de la Casa Blanca, sosteniendo las polémicas carpetas.
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Lo difundido incluye registros de vuelos, listados de contactos y algunos nombres de las víctimas, en su mayoría datos que ya habían circulado en informes previos. Según Bondi, el FBI apenas les proporcionó 200 páginas, lo que representa solo una fracción de la documentación completa, estimada en miles de folios.
Legisladores republicanos no ocultaron su malestar al enterarse que los archivos se compartieron primero con influencers, sin pasar previamente por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.
La congresista Anna Paulina Luna expresó su malestar en redes sociales, señalando que el pueblo estadounidense merece conocer toda la verdad, no solo una versión controlada y fragmentada.
Pam Bondi advirtió que exigirá al FBI la entrega completa de los expedientes restantes el próximo 28 de febrero de 2025 antes de las 08:00. En paralelo, la Casa Blanca ha insinuado que esta primera publicación es apenas el inicio, y que nuevas tandas de documentos podrían ver la luz en las próximas semanas.
El escándalo apenas comienza una nueva etapa, y la expectativa por conocer los nombres que aún permanecen ocultos crece entre una ciudadanía que, al menos por ahora, solo tiene acceso a una verdad filtrada. (I)