En un documento presentado este lunes por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Vaticano abre la posibilidad para la bendición de parejas del mismo sexo y en situación irregular.

El prefecto de la congregación, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, explicó que se consultó a expertos así como un borrador se debatió en el Congreso de la Sección Doctrinal del Dicasterio, además de las conversaciones con el papa Francisco, se pudo elaborar una declaración que la aprobó el sacerdote argentino.

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Es así como a través de las respuestas del Santo Padre a dos cardenales se establece que se mantiene firme la doctrina tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio, “no permitiendo ningún tipo de rito litúrgico o bendición similar a un rito litúrgico que pueda causar confusión”.

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Fernández aclara que el reciente documento también da una contribución innovadora acerca del significado pastoral de las bendiciones. Es así como se da la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo “sin convalidar oficialmente su status ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio”.

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La declaración que presenta la Iglesia católica establece varios puntos, entre los más importantes se encuentran:

  • Se consideran inadmisibles los ritos y oraciones que puedan crear confusión acerca de lo constitutivo del matrimonio, el cual lo define como una “unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos”.
  • La Iglesia tiene el derecho y “el deber” de evitar cualquier tipo de rito que pueda contradecir la convicción o llevar a la confusión.
  • El rito del sacramento del matrimonio es un gesto reservado al ministro ordenado y en este caso, la bendición está directamente conectada a la unión específica de un hombre y una mujer que con su consentimiento establecen una alianza exclusiva e indisolubre. Con esto quieren evitar el riesgo de confundir la bendición con el rito propio de este sacramento.
  • Las bendiciones llevan a captar la presencia de Dios en los acontecimientos y recuerdan que el ser humano está invitado a buscarlo, amarlo y servirle fielmente.
  • Cuando una persona invoca una bendición no se debe someter a un análisis moral exhaustivo como condición previa para poderla conferir.
  • La bendición de parejas en situaciones irregulares y de parejas del mismo sexo “no debe encontrar ninguna fijación ritual por parte de las autoridades eclesiásticas, para no producir confusión con la bendición propia del sacramento del matrimonio”.
  • Esta bendición pretende que lo que se ruega sea “verdadero, bueno y humanamente válido en sus vidas y relaciones, sea investido, santificado y elevado por la presencia del Espíritu Santo”.
  • Esta bendición busca ofrecer a las personas un medio para acrecentar su confianza en Dios.
  • Se advierte que es una preocupación del pap Francisco que las bendiciones no ritualizadas dejen de ser un simple gesto y se considere un acto litúrgico o semi-litúrgico, semejante a un sacramento.
  • No se debe promover ni prever un ritual para las bendiciones en situación irregular, pero tampoco se debe impedir o prohibir la cercanía de la Iglesia a cada situación en la que se pida la ayuda de Dios a través de una simple bendición.
  • Estas bendiciones no se realizarán al mismo tiempo que ritos civiles de unión ni tampoco en conexión con ellos. “Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio. Esto mismo se aplica cuando la bendición es solicitada por una pareja del mismo sexo”.
  • La bendición debe ser en otros contextos como visita a un santuario, encuentro con un sacerdote, peregrinación, entre otros. (I)