“Me sentí impotente, porque me trataban de loca”. Liliana da Conceicao no se explica aún cómo sus ruegos no fueron escuchados cuando su esposo Amadeo se desangraba luego de una cirugía de implantes dentales.
Amadeo Anca, quien según la abogada de la familia no tenía patologías previas, falleció. Tenía 53 años.
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En medio de su gran malestar, tras la cirugía, Amadeo le dijo tres veces a su mujer que iba a morir. Liliana se negaba a la posibilidad y pedía ayuda para él. Hoy denuncia negligencia médica.
La cirugía de implantes dentales de Amadeo
El hombre, a decir de El Español, era de Bilbao, España, y vivía con Liliana y su hija de 7 años en Benidorm, Alicante. Trabajaba como portero de discoteca.
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Por un tema de salud bucal y de autoestima decidió colocarse diez implantes dentales y para el 16 de mayo se fijó la cirugía en Valencia.
Hasta la clínica, que señala tiene 24 años de experiencia, llegaron Amadeo y Liliana. Iban un poco nerviosos y les dijeron: “Vas a salir muy bien, tranquilo. Esto no es nada. Estamos acostumbrados”, publicó Antena 3.
Al hombre, describió su pareja, le colocaron anestesia local y sedación. Los implantes los colocaron y al finalizar “Amadeo esta mareado y con dolor”.
Los volvieron a tranquilizar, aunque el sangrado alarmaba a Liliana. “No se aguantaba mucho de pie”, recordó. Amadeo “sangraba por la boca y la nariz. Mi marido empieza a decir que se ahoga”, recordó la mujer.
Le vi la cara muy mal. Me miró a los ojos y con la cabeza me hizo una señal porque sabía que algo no iba bien
Liliana, pareja de Amadeo Anca
En Antena 3 reseñaron que “le pusieron oxígeno e intentaron estabilizarlo”. A la mujer le dijeron que no se preocupara, pero seguía la hemorragia.
Liliana expuso que al marido le dieron hasta seis refrescos de cola y ella le compró un helado, “para ver si así le bajaba la inflamación”.
“Llaman a una ambulancia o yo llamo a la policía”
“Le di la primera cucharada (del helado), pero empezó a salir mucha sangre por la nariz. En ese momento me explicaron que podía ser que los tornillos le presionaran el tabique y que era normal”, narró según El Español.
La desesperación comenzó a apoderarse de Liliana. Contó, en un programa de TV, que pidió llamaran a una ambulancia, pero le respondieron en la clínica Vericat: “Tranquila, vamos a esperar unas horas que esto es normal”.
Pensaban, al parecer, que era una reacción a la anestesia. Un tiempo después aseguró que planteó: “O llaman a una ambulancia o llamo a la policía”.
Liliana denunció que “tardaron siete horas en llamar a Emergencias, y Amadeo ingresó directamente en la UCI”.
Para su pesar, su marido murió. La abogada dijo a medios españoles que Amadeo presentó “un shock hipovolémico y tuvo cinco infartos”. De acuerdo con Antena 3, la clínica responde que cumplieron con los protocolos.
Está abierta una investigación porque Liliana denunció negligencia. Al espacio televisivo ‘Y ahora Sonsoles’ la hoy viuda lamentó: “No vas a pensar que vas a ponerte unos dientes y que van a arruinar toda tu vida (…) Era un día feliz y no pensábamos que podía acabar así “.
(I)
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