Tras la decisión del Comité del Nobel de la Paz de otorgar el Premio Nobel de la Paz a la periodista y activista Narges Mohammadi generó la condena del gobierno iraní que la calificó como un acto político.

“La decisión del Comité del Nobel de la Paz es un acto político en línea con la política intervencionista y antiiraní de algunos gobiernos europeos”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, en un comunicado.

El diplomático afirmó que se trata de otra “medida de presión de Occidente” contra Irán y afirmó que Mohammadi ha sido condenada por “repetidamente violar la ley y cometer actos criminales”.

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Nobel de la Paz 2023 fue para Narges Mohammadi, activista por los derechos de la mujer en Irán

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, consideró que “es un potente recordatorio de que los derechos de la mujer están sufriendo un importante retroceso” en todo el mundo.

Este retroceso se manifiesta en la persecución de las mujeres defensoras de sus derechos, tanto en Irán como en otros países, precisó.

Por ello, el Nobel sirve “como tributo a todas las mujeres que están luchando por sus derechos con riesgos para su libertad, su salud y hasta su vida”, dijo Guterres en un comunicado.

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A pesar de estar encarcelada en la prisión de Evin, donde cumple una condena de 16 años, Mohammadi ha jugado un papel de “liderazgo” en apoyo al movimiento de protesta originado a raíz de la muerte en septiembre de 2022 de una joven kurda mientras permanecía en custodia policial.

La presidente del comité, Berit Reiss-Andersen, pidió en la rueda de prensa posterior al anuncio del premio a Teherán que “escuche a su pueblo” y que libere a la galardonada para que pueda viajar a Noruega para recoger en persona el Nobel el próximo 10 de diciembre.

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Por su parte, el hijo de la activista dijo estar “muy orgulloso” de su madre, a la que no ha visto desde hace ocho años.

“Estoy muy, muy orgulloso de mi madre, muy contento”, declaró Ali, de 17 años, agregando que este premio es “una recompensa para el pueblo iraní”, durante una rueda de prensa en París, donde vive con su padre y su hermana gemela.

Su padre y esposo de Mohammadi, Taghi Rahmani, insistió en que la concesión del Nobel es “aún más importante dado que la República Islámica arremete contra los activistas de los derechos humanos e intenta silenciarlos”.

“También es muy importante que este premio se oriente hacia el interior de Irán, que llegue simbólicamente a los presos políticos, que son el alma de la resistencia”, agregó.

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Rahmani dijo que no se comunicó con su esposa, detenida en la prisión de Evin en Teherán, e ignora si fue informada de su Nobel.

“Obtener tal premio es una alegría, pero también una responsabilidad”, explicó. “Narges sabe que esto la pondrá en aprietos, pero asume ese riesgo”. (I)