Donald Trump está considerando reducir a más de la mitad los aranceles impuestos a China —que actualmente rondan el 145 %—, según informó un alto funcionario de la Casa Blanca a The Wall Street Journal.
Los nuevos aranceles estarían entre el 50 % y el 65 %. Además, la administración de Trump ha afirmado que se está considerando que sean escalonados: la idea es aplicar un gravamen del 35 % a productos que el mandatario no considere una amenaza para la seguridad nacional del país.
Por otra parte, se aplicarían impuestos a las importaciones que podrían llegar hasta el 100% en el caso de productos que Trump considere clave para sus objetivos.
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También existe la posibilidad de que estas medidas se implementen de forma progresiva durante un periodo de cinco años, siguiendo un modelo parecido al que propuso el Comité de la Cámara de Representantes sobre China a finales del año pasado.
El pasado martes 22 de abril, Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, aseguró que EE. UU. y China estaban en negociaciones que, según dijo, marchaban “muy bien”, en busca de un acuerdo comercial.
“Vamos muy bien con respecto a un potencial acuerdo comercial con China”, dijo Leavitt. Además, agregó que Trump y su administración se estaban preparando para un eventual acuerdo. “El presidente y la administración están preparando el escenario para un acuerdo”, señaló.
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Por su parte, el portavoz de Exteriores de China, Guo Jiakun, afirmó este miércoles que Estados Unidos debe “dejar de ejercer presión” y mostrar “respeto” si “realmente” quiere resolver sus disputas comerciales con el país asiático a través de las negociaciones y el diálogo.
Previamente, Pekín advirtió que no aceptará acuerdos internacionales que se logren “a expensas de sus intereses”, después de que medios internacionales informaran de que Trump planeaba presionar a otros países durante sus negociaciones comerciales para que limiten sus intercambios con China.
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(I)