Tomás Gimeno, el hombre desaparecido junto a sus dos hijas Anna y Olivia, de uno y seis años respectivamente, el pasado 27 de abril en la isla española de Tenerife, habría dado muerte a las niñas en su finca y arrojado sus cuerpos al mar, en un plan preconcebido para causar a su expareja el mayor dolor, según la investigación.