Recorrer tantos días la intrincada selva del Guaviare, en Colombia, terminaron afectando a Lesly, la niña indígena de 13 años que se convirtió en guía de sus tres hermanitos tras sobrevivir al siniestro de la aeronave que se precipitó a la jungla colombiana el 1 de mayo de 2023.
El calor, el hambre y la deshidratación pasaron factura. Eso, aunado a al cansancio y al sueño, hizo que la mayor de los niños Mucutuy se desorientara.
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Pudieron haber caminado en círculos… quién sabe. El trauma de la caída de la avioneta, la pérdida prematura y trágica de su madre, los ruidos propios de la selva, los mosquitos, las horas de lluvias y saber que estaba en una zona de animales salvajes le habrían producido estrés y temor.
Una seguidilla de eventos que si a un adulto abruma, hagamos el ejercicio de imaginar unos segundos qué pasaba por la mente de Lesly, quien, además, estaba a cargo de Cristín. Su hermanita más pequeña cumplió su primer año de vida cuando estaban en la selva.
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“La niña Lesly tuvo visiones, estaba en la última vida”
De las amargas horas vividas en la selva del Guaviare comienza a hablar la niña de 13 años.
A su abuelo, Narciso Mucutuy, le ha ido describiendo qué sintió esos 40 días que permaneció perdida en tan extremas condiciones.
Mucutuy narró la pesadilla de Lesly, para Vicky Dávila en Semana.
“La niña me dijo que ella ya no tenía alientos, ya no tenía fuerzas, se sentía débil. Ella perdió la memoria, ella tenía visiones y veía luces. Ahí fue donde ellos ya se quedaron quietos en ese lugar Ya no podían caminar”, expresó.
Lesly ya miraba visiones, no podía caminar, lo que quiere decir que estaba en la última vida.
Narciso Mucutuy, abuelo
Tres de los nietos le han dicho a Narciso Mucutuy que “no se encontraron con serpientes, tigres ni osos”.
Desde su cama de recuperación, en el Hospital Militar de Bogotá, Lesly afirmó a sus familiares “que nunca sintió miedo, pese a la situación de estar en completa soledad e incertidumbre”.
“Perdida de pensamiento”
“Mi nieta”, contó Narciso a Vicky en Semana, “estaba era perdida de pensamiento por el susto que se pegó.
Nosotros los indígenas (a los niños) desde los 3 años ya empezamos a enseñarles poquito a poquito y cuando tienen 5 años nosotros los sacamos a la selva.
Narciso Mucutuy
Ese contacto, desde temprana edad, resultó vital para que Lesly manejara con suficiencia qué hacer y no poner en riesgo la vida de Soleiny, de 9 años; Tien Noriel, de 5, y la bebé Cristín.
Un milagro en la selva de Colombia
Narciso, curtido en experiencia y de saberes indígenas, piensa que el rescate de sus cuatro nietos fue milagroso. Fátima, la abuela, ha dicho que agradece a la madre Tierra haber soltado a los menores.
Lesly viajaba junto a su madre, Magdalena Mucutuy, sus hermanos y otros dos adultos en la avioneta que cayó en la selva del Guaviare el pasado 1 de mayo. Solo sobrevivieron los hijos de Magdalena y los hallaron el 9 de junio de 2023.
Para Narciso Mucutuy, “esto fue como un milagro que hizo mi Dios, que entregó a los niños a la gente que los estaba buscando. Ese era como un último momento”.
Lo narrado por este adulto mayor ratifica que Lesly es una guerrera, una heroína que durante 40 días libró y ganó la batalla por la vida en la selva del Guaviare.
(I)