El martes fue el día más caluroso en la Tierra desde que comenzaron los registros en 1979, con una temperatura promedio mundial que alcanzó los 62,92 grados Fahrenheit (17,18 grados Celsius), según datos de los Centros Nacionales de Predicción Ambiental de Estados Unido, informó hoy The Washington Post.

Las temperaturas globales han estado aumentando durante años debido al cambio climático causado por el hombre, pero las temperaturas abrasadoras del martes también fueron impulsadas por el primer patrón climático de El Niño desde 2018-2019.

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Aunque los registros se iniciaron en 1979, los científicos pueden estimar las temperaturas promedio que se remontan a decenas de miles de años utilizando registros de temperatura global basados en instrumentos, anillos de árboles y núcleos de hielo, dijo el científico climático Paulo Ceppi al Washington Post.

Por ello, estiman que el martes se batió el récord por segundo día consecutivo en hasta 125.000 años, ya que el regreso del patrón climático de El Niño choca con temperaturas altísimas al comienzo del verano, dicen los investigadores.

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La temperatura promedio global el martes alcanzó los 17,18 grados Celsius (62,92 grados Fahrenheit), según mostraron los datos del Instituto de Cambio Climático de la Universidad de Maine, la más alta jamás registrada en cualquier día de cualquier año.

El mismo récord se rompió el día anterior, cuando las temperaturas del 3 de julio alcanzaron los 17,01 grados centígrados (62,62 grados Fahrenheit), más que el récord anterior del día más caluroso de 16,92 grados centígrados que ostentaba un empate de dos fechas, el 24 de julio de 2022 y el 14 de agosto del 2016, según datos de la Universidad de Maine y los Centros de Predicción Ambiental de Estados Unidos.

El regreso del evento El Niño

El Niño acaba de empezar y normalmente se asocia a un aumento de temperaturas mundiales.

La Organización Meteorológica Mundial de las Naciones Unidas advirtió el martes que miles de millones de personas se verán afectados ya que El Niño trae temperaturas más cálidas en la superficie del mar y desencadena un calor extremo tanto en el océano como en la tierra.

Este fenómeno continuará todo el año con una intensidad que debería ser “por lo menos moderada”, señaló la ONU al anunciar el inicio del episodio.

La Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) ya anunció el 8 de junio el inicio oficial de El Niño, advirtiendo que “podría generar nuevos récords de temperaturas” en ciertas regiones.

Un episodio de El Niño debilita los vientos alisios y empuja el agua cálida hacia la costa oeste de las Américas, dice el Servicio Nacional del Océano, lo que hace que las áreas en el norte de los EE. UU. y Canadá estén más secas y cálidas de lo normal. La costa del golfo de EE. UU. y el sureste a menudo tienen un clima más húmedo de lo habitual y han aumentado las inundaciones.

Se espera que El Niño aumente las temperaturas globales durante los próximos nueve a 12 meses, predijo la OMM.

Ecuador ‘observa’

Ecuador está en observación y se mantienen las perspectivas sobre el fenómeno de El Niño, indicó el capitán de navío Carlos Zapata, director del Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada (Inocar). “Lo que dice la OMM es que lo más probable es un Niño moderado, porque aún no se acopla la atmósfera, por eso es importante seguir monitoreando las condiciones del océano y atmósfera”, indicó Zapata.

El Niño se produce de media cada dos a siete años, y suele durar entre nueve y doce meses.

Se trata de un fenómeno climático natural asociado al calentamiento de las temperaturas de superficie del océano, en el centro y el este del Pacífico tropical. Pero el episodio actual “se inscribe sin embargo en el contexto de un clima modificado por las actividades humanas”, precisó la OMM.

Más calor el próximo año

El regreso del patrón climático de El Niño por primera vez en cuatro años significa un clima más extremo y una aceleración del calentamiento global, lo que traería más calor récord en el próximo año. Un informe de la OMM publicado en mayo predijo que hay un 98% de probabilidad de que al menos uno de los próximos cinco años, y el período de cinco años en su conjunto, sea el más cálido registrado.

En algunas zonas del sur de América Latina, del sur de Estados Unidos, en el Cuerno de África y en Asia central, El Niño está relacionado con un aumento de precipitaciones. Y puede provocar sequías en Australia, Indonesia y en sectores del Sudeste Asiático y en Centroamérica.

El agotamiento por calor es una enfermedad y ocurre por deshidratación. Foto: Gerd Altmann en Pixabay

En cambio, sus aguas calientes pueden alimentar huracanes en el centro y este del océano Pacífico, y pueden frenar la formaciones de estos ciclones en el Atlántico.

Los efectos en las temperaturas mundiales suelen notarse al año siguiente del desarrollo del fenómeno.

“La llegada de El Niño aumentará de forma considerable la probabilidad de batir récords de temperatura y de activar un calor más extremo en numerosas regiones del mundo y en los océanos”, alertó Petteri Taalas, secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Con la perspectiva de este fenómeno, la organización pronosticó en mayo que al menos uno de los próximos cinco años, y el lustro entre 2023 y 2027 en su conjunto, serían los más calurosos jamás registrados. (I)