Considerado una obra maestra y que ha sido continuamente estudiada, El hombre de Vitrubio, vuelve a ser noticia gracias al hallazgo de un detalle oculto en su entrepierna.
El año de creación se lo sitúa alrededor de 1490, su autor es el italiano Leonardo da Vinci, inventor, arquitecto, botánico, pintor y más.
Casi 500 años después, un dentista londinense, Rory Mac Sweeney halló un detalle oculto en esta obra que a ratos también tiene su sentir enigmático.
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Se trata de un triángulo equilátero que considera puede explicar “una de las obras más analizadas de la historia del arte.”
Se conoce que esta obra, que mezcla arte y ciencia, tiene inspiración en el trabajo del arquitecto romano Marco Vitruvio Polión.
Vitruvio es el autor del tratado más antiguo de arquitectura, que consiste en 10 libros, el tercero analiza la anatomía humana.
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Es así como el mismo da Vinci explica con notas en su propio dibujo, que mide 34,4 cm x 25,5 cm, lo que ha interpretado en su obra:
“Si abres las piernas… y levantas las manos lo suficiente como para que los dedos extendidos toquen la línea de la coronilla… el espacio entre las piernas formará un triángulo equilátero”, refirió da Vinci en sus notas para el Hombre de Vitruvio.
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Cuando Mac Sweeney calculó este triángulo, descubrió que la separación de los pies del hombre y la altura de su ombligo creaban una proporción de aproximadamente 1,64 a 1,65.
Esto se acerca mucho a la razón tetraédrica de 1,633, una forma geométrica excepcionalmente equilibrada, establecida oficialmente en 1917.
Una explicación popular es que da Vinci eligió las proporciones del Hombre de Vitruvio basándose en la Teoría de la Proporción Áurea, pero las medidas no coinciden del todo.
Entonces, siguiendo la razón tetraédrica, hay que decir que: si cuatro esferas se conectan lo más estrechamente posible para formar una pirámide, por ejemplo, la razón entre la altura y la base desde sus centros será de 1,633.
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Este comportamiento caracteriza a minerales, cristales, entre otros elementos; de ahí que Mac Sweeney cree que la mandíbula humana se organiza naturalmente alrededor de geometrías tetraédricas, que maximizan la eficiencia mecánica.
En caso de que la proporción tetraédrica se repita alrededor de nuestro cuerpo, Mac Sweeney considera que es porque “la anatomía humana ha evolucionado de acuerdo con principios geométricos que gobiernan la organización espacial óptima en todo el universo”.
Si Mac Sweeney tiene razón es posible que Da Vinci se topara con un principio universal al dibujar al Hombre de Vitruvio.
“Las mismas relaciones geométricas que aparecen en las estructuras cristalinas óptimas, las arquitecturas biológicas y los sistemas de coordenadas de Fuller parecen estar codificadas en las proporciones humanas”, escribe Mac Sweeney, “lo que sugiere que Leonardo intuyó verdades fundamentales sobre la naturaleza matemática de la realidad misma.”
En todo caso, la obra sigue vigente y siendo revisada. Hay que esperar si más científicos coinciden con la reflexión de Mac Sweeny. Su estudio se publicó en el Journal of Mathematics and the Arts. (I)


















