“Llegué a este país [EE.UU.] con dos dólares y 50 centavos en efectivo y un millón de dólares en esperanzas y esas esperanzas nunca me abandonaron”, así describió el italiano Carlo Ponzi –famoso por haber creado el sistema piramidal– su ascenso económico meteórico desde la nada.
La declaración fue realizada al diario The New York Times en plena crisis económica post Primera Guerra Mundial, cuando el osado inmigrante era un multimillonario a base de estafar con cupones postales, según cuenta Infobae.
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La estafa piramidal más célebre
El audaz Ponzi convenció a 40 mil inversionistas que le confiaran 20 millones de dólares para invertir en los cupones descontinuados, cantidad que en la actualidad equivaldría a unos 250 millones de dólares. Rápidamente, el negocio creció a expensas de los crédulos en lograr ganancias fáciles y rápidas.
Pero el “promotor” se negó a poner un solo dólar de sus jugosos dividendos, en este negocio. La jugada fue detectada por el analista financiero Clarence Barron, quien publicó un informe señalando la inconsistencia. No tardaron en llegar furiosos inversores y el habilidoso empresario paró en la cárcel, relata BBC News.
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El resto de la historia son derrotas tras derrotas, años en prisión (catorce), chapuzas como empleos, hambre, finalmente viaja a Brasil, donde luego de muchas penurias, muere (1949) en una sala de beneficencia de un hospital de Río de Janeiro, con 66 años. (I)