Un análisis científico concluye que el meteoro 2023 CX1, que estalló a 28 kilómetros de altitud sobre Normandía el 13 de febrero de 2023, concentró una energía potencialmente peligrosa para zonas pobladas.

El objeto, de apenas un metro de diámetro y 650 kilos de masa, había sido detectado solo siete horas antes de su llegada. Ese breve margen activó a la comunidad científica y a observadores civiles para registrar el fenómeno.

Un estudio reciente en Nature Astronomy advierte que, de haber sido más grande, las consecuencias habrían sido severas. La investigación demuestra que la roca espacial resistió intacta hasta los 28 kilómetros de altitud, donde finalmente explotó.

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El estallido liberó el 98 % de su energía en un instante, al alcanzar una presión dinámica de 4 megapascales. Esa detonación generó una onda de choque esférica que concentró la fuerza en un área reducida, multiplicando los efectos de la sobrepresión.

Los especialistas señalan que este comportamiento lo diferencia del bólido de Cheliábinsk, ocurrido en Rusia en 2013. Aquel produjo una onda cilíndrica que rompió miles de ventanas, mientras que el meteoro francés dispersó su energía de forma mucho más peligrosa.

Los investigadores coinciden en que este tipo de fragmentación abrupta podría ocasionar mayores daños en caso de cuerpos más grandes. En Normandía, la población se salvó por el reducido tamaño del asteroide.

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La predicción de la trayectoria por parte de la ESA y la NASA tuvo un margen de error inferior a 20 metros, lo que facilitó la recolección de más de un centenar de fragmentos en Saint-Pierre-Le Viger.

Según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el evento confirma la existencia de asteroides del tipo L, una clase de condritas con alto potencial explosivo. Para los expertos, estas rocas deben considerarse en futuros planes de defensa planetaria.

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De acuerdo con la primera autora del estudio, Auriane Egal, la próxima aparición de un objeto similar podría obligar a activar protocolos de evacuación. Todo dependerá, sin embargo, de que los sistemas de detección sean capaces de identificar la amenaza a tiempo. (I)