“El sismo es más difícil que la guerra”, de esta manera pobladores de Siria y Turquía describen lo que se encuentran viviendo a causa de los terremotos de gran magnitud que se registraron el pasado lunes 6 de febrero.
La madrugada de ese día un sismo de magnitud 7,8 se centró en la provincia de Kahramanmaras y sacudió el sur de Turquía y el norte de Siria dejando un saldo preliminar de 1.500 fallecidos, sin embargo, pocas horas después otro terremoto, pero de magnitud 7,5 aumentó la devastación.
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Debido a los movimientos telúricos miles de estructuras colapsaron dejando aprisionadas a varias personas por lo que equipos de rescate luchan contrarreloj para poder salvar a la mayoría de personas.
En un nuevo balance de este martes, las autoridades turcas aumentaron a 5.434 fallecidos por el terremoto, esto sumado a los 1.712 muertos en Siria.
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Al menos 45 países han anunciado ayuda internacional hacia Turquía y Siria, los primeros cargamentos de ayuda fueron de Irán e Irak.
A través de redes sociales se han difundido varias de las tareas de rescate. El gobierno turco detalló que al menos 8.000 personas fueron rescatadas entre los escombros de los edificios colapsados.
Las primeras horas tras el desastre son esenciales para emprender las tareas de rescate ya que además de las réplicas, las bajas temperaturas han dificultado las labores. El conflicto social también es otro de los factores que ha incidido, en el cual los rescatistas voluntarios deben sortear problemas de abastecimiento así como del colapso de las carreteras.
Un grupo de 21 rescatistas griegos arribaron hasta Hatay, una de las localidades turcas afectadas, en las próximas horas arribará un segundo equipo de rescate de Japón así como también se anunció el traslado de la Secretaría de Defensa, Secretaría de Marina y la Cruz Roja de México.
Rescatistas de Francia y Catar también arribaron a Turquía.
Rescate de supervivientes
Una de las historias que se ha dado a conocer es sobre un joven llamado Boran Kubat, quien gracias a las redes sociales logró ser salvado.
El joven de 20 años quedó atrapado tras colapsar un edificio en el distrito de Malatya Zaviye. En su cuenta de Instagram logró publicar un video en sus estados en el que compartía su ubicación y pedía auxilio a sus amigos.
Tras seis horas de labores de rescate pudo ser salvado al igual que su madre, tío y abuela. Kubat contó a Anadolus Agency que en el primer terremoto había salido de la edificación, pero que volvió asumiendo que no volvería a temblar.
Este martes también se anunció el rescate del jugador ghanés Christian Atsu, quien había fichado en septiembre pasado por el Hatayspor de la Superliga turca.
“Tengo buenas noticias. Acabo de ser informada por el presidente de la asociación ghanesa de que Christian Atsu ha sido encontrado en Hatay”, declaró la embajadora Francisca Ashietey-Odunton a la emisora ghanesa Asaase Radio.
Durante el lunes, se registraron hasta 185 réplicas, además de las dos sacudidas principales: una de 7,8 en medio de la noche (04H17 locales) y la otra de magnitud 7,5 al mediodía.
En la misma localidad, una niña de siete años lloraba en los brazos de una rescatista mientras esperaba que su mamá sea rescatada con vida debajo de una montaña de escombros.
“¿Dónde está mi madre?”, decía con su pijama rosa.
Los servicios de emergencia de Turquía revelaron que lograron rescatar a una niña de cuatro años en Kahramanmaraş tras haber estado más de 40 horas atrapada.
En Siria, un rescate alentó a los equipos y fue de una bebé recién nacida que estaba unida por el cordón umbilical a su madre fallecida.
Tras las ruinas de una edificación en Jindires, al noroeste del país, la menor fue la única sobreviviente de su familia ya que los cadáveres de su padre, madre, tres hermanas, su hermano y su tía fueron encontrados en los restos de un edificio de cuatro plantas.
“Buscábamos a Abu Rudayna (sobrenombre de Abdalá) y su familia. Primero encontramos a su hermana, luego a su mujer, luego a Abu Rudayna, estaban juntos los unos contra los otros”, explica a AFP un allegado de la familia, Khalil Sawadi, todavía conmocionado.
“Luego oímos un ruido y escarbamos (...), limpiamos el lugar y encontramos a esta pequeña, alabado sea Dios”, dice.
En un video que circula en las redes sociales, se ve a un hombre que lleva entre los cascotes a un bebé desnudo, recubierto de polvo, con el cordón umbilical todavía colgando.
Los médicos han señalado que la menor habría nacida siete horas después del sismo y si bien tiene contusiones su situación es estable.
Los Cascos Blancos también detallaron que en la provincia de Idlib rescataron a un hombre que había permanecido 26 horas sepultado bajo los escombros.
Mientras que en un video se observa cómo este martes, una familia pudo ser rescatada en el pueblo de Bisnia.
(I)