Ashley Benefield, exbailarina profesional conocida por el caso mediático “Cisne Negro”, fue sentenciada a 20 años de prisión tras ser declarada culpable de homicidio involuntario por la muerte de su exesposo Doug Benefield en septiembre de 2020.

La sentencia fue dictada el pasado martes, 3 de diciembre, en un tribunal de Florida, después de que el jurado determinara su culpabilidad. El caso había captado la atención pública por la mezcla de acusaciones de abuso, disputas legales y un trágico desenlace.

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Durante el juicio, la defensa argumentó que Ashley actuó en defensa propia tras años de maltrato físico y psicológico por parte de Doug, quien tenía 58 años en el momento de su muerte. Según el relato de Ashley, el día del tiroteo, Doug la habría atacado en la casa de su madre en Florida, obligándola a disparar para protegerse.

“Pasé 30 años trabajando como terapeuta de asesinos y concluí que nadie nace malo”

No obstante, los fiscales sostuvieron que la versión de abuso era una estrategia para obtener la custodia exclusiva de la hija de la pareja. Las pruebas forenses y testimonios presentados indicaron que Doug no había mostrado comportamiento violento y que el asesinato fue premeditado.

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La relación entre Ashley y Doug había estado marcada por diferencias de edad y tensiones familiares. La pareja, que se casó apenas 13 días después de conocerse en 2016, enfrentó problemas económicos y personales, especialmente tras la fundación fallida de una compañía de ballet.

En la audiencia de sentencia, familiares de Doug, incluida su hija Eva, expresaron su dolor y cuestionaron las acciones de Ashley. “Desde que le disparaste a mi padre, solo tengo una pregunta: ¿por qué?”, dijo Eva, quien también señaló que su padre era un hombre generoso y bondadoso.

La defensa de Ashley pidió una pena reducida, citando el diagnóstico de trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la presión psicológica que enfrentaba en el momento del incidente. Sin embargo, el juez Matthew Whyte consideró que los argumentos no justificaban una reducción significativa de la pena.

Además de los 20 años de prisión, Ashley Benefield deberá cumplir 10 años de libertad condicional tras su liberación y someterse a evaluaciones y tratamiento psicológico. Su equipo legal tiene 30 días para apelar la sentencia.

La familia de Doug expresó su satisfacción con el resultado judicial, afirmando que la condena trae un sentido de justicia, aunque no aliviará el vacío dejado por su pérdida. “Doug era un hombre excepcional, y su ausencia será sentida profundamente por todos nosotros”, comentó su primo Tommy Benefield al salir del tribunal.

El caso deja abiertas reflexiones sobre los límites de la autodefensa, las dinámicas de abuso y las tragedias familiares que trascienden lo legal para convertirse en un tema de debate público. (I)