La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió el último lunes actualizar la lista de variantes de interés incluyendo una nueva.
Se trata de la variante B.1.621, detectada por primera vez en Colombia en enero pasado, que se ha denominado mu.
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El Instituto Nacional de Salud de Colombia señaló que hubo una rápida dispersión en los distintos departamentos de ese país y junto con otros factores hizo que se viviera un tercer pico de la pandemia.
“Este aporte científico nos confirma varias cosas, que la estrategia de vigilancia genómica definida por Colombia funciona y que gracias a la rigurosidad de nuestros análisis, el país genera evidencia útil y práctica para tomar decisiones en medio de la pandemia”, indicó Marta Ospina, directora del INS.
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La variante mu tiene las mutaciones E484K, N501Y, D614G y P681H que ya se han encontrado en otros linajes, sin embargo, se había descubierto una nueva R346K.
Una variante de interés del SARS-CoV-2 es aquella que presenta cambios genéticos que se predice o sabe que afectan características como transmisibilidad, gravedad de la enfermedad, escape inmunológico, escape diagnóstico o terapéutico y se ha identificado que puede causar una transmisión comunitaria significativa, según la OMS.
En Ecuador, esta variante se ha detectado en los últimos meses en el país. Es así como el portal Regeneron, con datos de la plataforma Gisaid identifica que el 9 % de las 1.798 muestras secuenciadas corresponden a la B.1.621, con fecha 9 de agosto.
A principio de agosto, la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) indicó que se habían registrado cuatro casos de la variante en Guayaquil y uno en Quevedo. En cambio, el Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) había registrado doce muestras secuenciadas con este linaje.
El Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi) había secuenciado 917 muestras, arrojando como resultado 139 de la variante mu, hasta principio del último mes.
La aparición en 2020 de variantes que presentaban un riesgo agravado para la salud pública mundial llevó a la OMS a caracterizarlas como “de interés” o como “preocupantes”, a fin de jerarquizar las actividades de vigilancia e investigación a nivel mundial.
La entidad adoptó las letras del alfabeto griego para denominar las variantes y facilitar así su identificación para el público no científico y evitar la estigmatización asociada con el país de origen.
Cuatro de las variantes han sido calificadas por la OMS como “preocupantes”, incluidas la alfa y la delta, mientras que otras cinco fueron calificadas como “de interés”, incluida la mu. (I)