Cada lanzamiento de cohetes envía a la atmósfera materiales valiosos que no pueden recuperarse, además de liberar grandes cantidades de gases de efecto invernadero y químicos que dañan la capa de ozono.
Un nuevo estudio publicado el 1 de diciembre en la revista Chem Circularity plantea que los conceptos de reducir, reciclar y reusar también deberían aplicarse al diseño, operación y final de vida de satélites y naves espaciales.
“A medida que la actividad espacial se acelera, desde megaconstelaciones de satélites hasta futuras misiones a la Luna y Marte, debemos asegurarnos de que la exploración no repita los errores cometidos en la Tierra”, señaló Jin Xuan, ingeniero químico de la Universidad de Surrey y autor principal.
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“Un futuro espacial verdaderamente sostenible comienza con tecnologías, materiales y sistemas que funcionen en conjunto”.
La basura espacial y el problema de los satélites abandonados
El impacto ambiental no termina con el lanzamiento. La mayoría de satélites y naves no se reciclan, lo que implica una pérdida permanente de materiales cuando finalizan sus misiones. Muchos son enviados a “órbitas cementerio”, mientras otros se convierten en desechos orbitando sin control, con riesgo de colisionar con sistemas activos.
Los autores advierten que este modelo es insostenible, especialmente ante el aumento de misiones privadas.
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Proponen avanzar hacia una economía espacial circular, en la que satélites, cohetes y estaciones espaciales se diseñen desde el inicio pensando en su reutilización, reparación y reciclaje. Sectores como la electrónica personal y la industria automotriz ya han adoptado modelos similares con éxito.
“Nuestra motivación fue llevar la conversación sobre circularidad al ámbito espacial, donde hace mucho falta”, explicó Xuan.
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Para construir un sistema espacial circular, los investigadores proponen:
- Reducir: fabricar satélites más duraderos y fáciles de reparar directamente en órbita. También sugieren convertir las estaciones espaciales en centros multifuncionales donde las naves puedan reabastecerse, repararse o incluso fabricar nuevas piezas, reduciendo la necesidad de múltiples lanzamientos.
- Reutilizar: crear mejores sistemas para traer de vuelta naves y equipos, como paracaídas o airbags especializados, y someterlos a estrictos controles de seguridad antes de reutilizarlos, ya que el desgaste en el espacio es extremo.
- Reciclar: recuperar basura espacial con brazos robóticos o redes, evitando colisiones y permitiendo reutilizar los materiales en futuras misiones.
“Necesitamos colaboración global y marcos políticos que fomenten la reutilización y recuperación más allá de la Tierra”, dijo Xuan. “El siguiente paso es conectar química, diseño y gobernanza para hacer de la sostenibilidad el modelo estándar en el espacio”.
La investigación contó con apoyo del UK Engineering and Physical Sciences Research Council, la Leverhulme Trust y el Surrey-Adelaide Partnership Fund. (I)























