Un ataque con drones al Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) en Al Tanf, Siria, y a una base en Jordania, mató a tres militares estadounidenses e hirió a más de 30 soldados. Este golpe, calificado como terrorista, fue atribuido a Irán.
Muhanad Mubaidin, el líder de Jordania, condenó “el ataque terrorista que tuvo como objetivo una posición avanzada en la frontera con Siria” y que golpeó a las tropas estadounidenses “que cooperan con Jordania para hacer frente al terrorismo y asegurar la frontera”.
Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, dijo que “sabemos que (el ataque) fue ejecutado por grupos militantes radicales respaldados por Irán, que operan en Siria e Irak”, dijo previamente el mandatario en una declaración.
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“Que no haya dudas. Haremos responsables a los involucrados en el momento y de la forma que elijamos”, señaló Biden.
Bahréin, Egipto y Gran Bretaña también condenaron el ataque en el que murieron los soldados estadounidenses, a pesar de que Irán negó las acusaciones.
El Gobierno de Irán insistió este lunes en que los miembros del llamado Eje de la Resistencia no reciben órdenes de Teherán, después de que una milicia proiraní reivindicase el ataque.
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“Irán no se entromete en las decisiones de los grupos de la resistencia sobre cómo apoyar a la nación palestina o defenderse a sí mismos”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, en una rueda de prensa en Teherán.
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“Esas acusaciones se hicieron con objetivos políticos específicos para revertir las realidades de la región”, agregó Kananí.
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Pero el vocero de Hamás, Sami Abu Zuhri, dijo que la muerte de los soldados “es un mensaje para el gobierno estadounidense, de que a menos que el asesinato de inocentes en Gaza se detenga, podría enfrentarse a toda la nación” musulmana.
“La continuación de la agresión estadounidense-sionista en Gaza podría causar una explosión regional”, añadió en una declaración.
Operaciones estadounidenses en Medio Oriente
En la base de Jordania hay unos 350 militares del Ejército y la Fuerza Aérea estadounidenses que llevan a cabo “una serie de funciones clave de apoyo”, entre otras, para la coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico.
Además, desde este enero, Estados Unidos bombardea, con apoyo del Reino Unido, posiciones de los rebeldes hutíes de Yemen, un grupo proiraní que ataca a buques mercantes internacionales en el Mar Rojo y el golfo de Adén.
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Sin embargo, es la primera vez que miembros de las fuerzas militares estadounidenses fallecen como resultado de fuego hostil desde el reinicio de la guerra entre Israel y Hamás.
Estados Unidos y fuerzas aliadas en Irak y Siria fueron blanco de más de 150 ataques desde mediados de octubre, según el Pentágono. Se trata de una repercusión directa de la guerra en Gaza entre Israel, aliado de Washington, y Hamás, respaldado por Irán.
Washington llevó adelante retaliaciones tanto en Siria como en Irak, y muchos de estos ataques contra personal estadounidense fueron reivindicados por la Resistencia Islámica en Irak. (I)
