Medio Oriente no deja de tener tensiones. Ahora la Fuerza Aérea israelí reivindicó este jueves sus primeros ataques aéreos en años en Líbano, afirmando haber apuntado contra lugares de lanzamiento de cohetes tras disparos hacia el norte de Israel.

“Aviones de combate del Ejército tomaron como blanco puntos de lanzamiento e infraestructuras terroristas en Líbano desde donde se dispararon cohetes”, escribió el Ejército israelí en un breve comunicado en el que no menciona a Hezbolá, movimiento armado libanés muy influyente en el sur de este país.

La aviación israelí bombardea de manera regular presuntas posiciones del movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza y también lleva adelante operaciones en la vecina Siria, donde ataca objetivos de elementos proiraníes.

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Pero sus últimos ataques aéreos conocidos en Líbano se remontaban a 2014, confirmó a la AFP el Ejército israelí, y se produjeron a raíz de un intercambio de disparos cerca de la frontera con Siria.

La última vez que Israel atacó el bastión de Hezbolá en el sur del Líbano fue en 2006.

El presidente libanés, Michel Aoun, dijo que “el uso de Israel de su Fuerza Aérea para atacar aldeas libanesas es el primero de ese tipo desde 2006, y sugiere una intención de intensificar los ataques” contra el Líbano.

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El jueves, el Ejército israelí no había dado más detalles sobre si buscaba atacar posiciones de Hezbolá o de otros grupos.

Según la cadena libanesa de televisión Al-Manar, pro-Hezbolá, dos ataques aéreos israelíes tuvieron lugar alrededor de las 00:40 en el sector de Mahmudiya, a unos diez kilómetros de la frontera entre los dos países.

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Según ese mismo diario, estos ataques israelíes golpearon una zona deshabitada.

El miércoles, tres cohetes fueron lanzados desde el sur de Líbano hacia el norte de Israel: dos de ellos cayeron en territorio israelí y el tercero llegó a cruzar la frontera.

No se reportaron heridos, pero cuatro personas en estado de shock fueron atendidas por Magen David Adom, el equivalente israelí de la Cruz Roja, dijo la organización.

Poco después de esos disparos, el Ejército israelí efectuó tres series de ataques con artillería en dirección del Líbano.

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El ministro israelí de Defensa, Benny Gantz, pidió el miércoles que se envíe un “firme mensaje” a la Finul, la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano, desplegada en el sur del país en la frontera con Israel, según su oficina.

Presente en Líbano desde 1978, la Finul vigila desde 2006 la frontera israelí, en coordinación con el Ejército libanés, y vela por la aplicación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada tras la guerra que enfrentó a Israel y Hezbolá.

El jueves, el comandante de la misión de la ONU, el general Stefano Del Col, celebró una reunión tripartita con los responsables militares de los dos países, en los locales de la Finul en Naqoura (sur del Líbano).

“En este periodo de inestabilidad regional, las partes tienen que respetar más que nunca el papel de coordinación y de comunicación de la Finul”, declaró Del Col en un comunicado.

Washington, por su parte, condenó los tiros contra Israel. “Condenamos los ataques con cohetes de grupos armados radicados en Líbano contra Israel. Destacamos que Israel tiene derecho a defenderse”, declaró el portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price.

“Seguiremos vigilando la situación”, añadió, subrayando el compromiso de la administración estadounidense con los responsables israelíes y libaneses para “desbloquear la situación”.

Esos intercambios de disparos en la frontera líbano-israelí coinciden con un recrudecimiento de las tensiones entre el Estado hebreo e Irán (aliado de Hezbolá y enemigo declarado de Israel), a raíz de un ataque mortal contra el petrolero Mercer Street, un barco gestionado por la compañía de un multimillonario israelí, en el mar Arábigo.

Israel, apoyado por Estados Unidos y Reino Unido, acusó rápidamente a Irán de estar vinculado con este incidente que dejó dos muertos, algo que niega Teherán, cuyo nuevo presidente, el ultraconservador Ebrahim Raisi, fue investido esta semana.

Aun así, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, aseguró tener “pruebas” del papel de Irán en este asunto y prometió una respuesta israelí. “Sabemos cómo enviar un mensaje a Irán a nuestra manera”, advirtió a principios de esta semana. (I)