La fuga de la exministra del gobierno de Rafael Correa, María de los Ángeles Duarte, de la Embajada argentina en Quito ha ocasionado que las relaciones diplomáticas entre ambos países tengan dificultades.
Ante la situación, Ecuador tomó la decisión de declarar persona non grata al embajador Gabriel Fuks y procedió con su expulsión. La misma decisión tomó el Gobierno argentino con el embajador ecuatoriano Xavier Monge.
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En entrevista con Ecuavisa, el canciller Juan Carlos Holguín dijo este miércoles que en tres ocasiones convocaron a Fuks y se tomó la decisión tras varias reuniones con autoridades argentinas y ecuatorianas. Luego de inconsistencias en las declaraciones, hubo un rompimiento de confianza con el embajador.
Sobre la postura argentina ante el embajador ecuatoriano, Holguín señaló que era lo normal que se hace en estos casos.
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“El hecho de que en este momento declaremos al señor Fuks como persona non grata de ninguna manera debería afectar las relaciones entre el mediano y largo plazo entre Ecuador y Argentina que son relaciones bajo una base sólida de principios con una coherencia bilateral muy fuerte y nosotros esperamos que este impase sea solucionado pronto”, añadió.
Santiago Pérez Samaniego, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), indicó que Argentina respondió en reciprocidad ante la posición de Ecuador y notificó al embajador ecuatoriano la decisión en los mismos términos. Además recordó que en el 2018 Ecuador había expulsado al embajador venezolano en Quito por las declaraciones consideradas ofensivas por parte de Nicolás Maduro. Caracas tomó la misma decisión con el representante ecuatoriano.
Explicó además que no es una obligación de los Estados actuar con reciprocidad. “Las acciones que adopte un Estado contra otro son soberanas, la reciprocidad es una opción, pero no una obligación. Todo depende de la gravedad de la situación y los intereses propios del Estado, este tipo de medidas son un recordatorio de que una acción específica (como la fuga de la señora Duarte) es inaceptable y que tiene consecuencias”, dijo.
Para Pérez, las relaciones diplomáticas entre ambos países no se romperán por completo o por mucho tiempo ni que vayan a escalar, aunque añadió que es necesario esclarecer este impase, así como establecer canales de diálogo de alto nivel y encontrar un entendimiento.
Michel Levi, coordinador del Centro Andino de Estudios Internacionales de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), explicó que la reciprocidad es una práctica que se acostumbra entre los países ante diversas situaciones y que en este caso no esperaba que Argentina tome esa decisión.
“Es una práctica más que una reglamentación. Los países pueden tomar diferentes decisiones en función de sus intereses, hay temas que para algunos países son más graves que para otros, por lo tanto, no necesariamente tendrían que tomar medidas equivalentes”, indicó.
Para Levi, un llamado de atención podría haberse realizado por la situación y evitar las expulsiones de los embajadores. Sobre la declaración de persona non grata, indicó que es un agravante ya que significa que “el embajador no hizo lo necesario para que se mantenga la relación entre los estados al más alto nivel”.
Embajadas con encargados de negocios
Por el momento ambos países mantienen en sus embajadas a los encargados de negocios como responsables.
La Convención de Viena de 1961, a la cual Ecuador y Argentina están adheridos, establece en su artículo 9 que un Estado puede “en cualquier momento y sin tener que exponer los motivos de su decisión” comunicar al país que el jefe u otro miembro de personal diplomático es declarado persona non grata. “El Estado acreditante retirará entonces a esa persona o pondrá término a sus funciones en la misión, según proceda”.
En el 2017, Ecuador y Argentina tuvieron un episodio diplomático cuando el embajador de ese entonces, Luis Juez, declaró en una ocasión que se había cambiado de ropa para evitar comentarios de que es “un mugriento” y agarró “hábitos ecuatorianos”. Ante esta situación fue llamado el encargado de negocios para solicitarle el retiro del embajador, que en ese entonces se encontraba en Argentina.
Finalmente, el gobierno de Mauricio Macri decidió retirar a Juez aduciendo un traslado de funciones. (I)